Javier Castro Bugarín
Taipéi, 8 de marzo (EFE). UN GESTO DE BUENA VOLUNTAD HACIA DONALD TRUMP.
Elman Datario y el director, CC Wei, anunciaron el lunes pasado desde la Casa Blanca una nueva ola de inversiones que no están relacionadas con el centro de investigación y desarrollo en territorio estadounidense.
La inversión de 100,000 millones de dólares está dividida entre 65,000 millones destinados a la construcción de una planta en Arizona, que se prevé que inicie operaciones a finales de 2024, además de abrir dos instalaciones adicionales.
Michael Cunningham, investigador asociado en Heritage, mencionó que la posición dominante de Taiwán se debe a que “cuenta con el clúster de semiconductores más completo del mundo”.
La oferta de chips se ve afectada, y aunque TSMC continúa siendo clave en la producción, se anticipa que los cambios podrían suceder pronto. En la actualidad, el 66% del mercado de chips avanzados, esenciales para el rendimiento empresarial, depende de compañías en EE.UU.
Dada la relevancia de estas compañías en el país, es “innegable” que TSMC, el mayor fabricante de chips avanzados del mundo, tiene un rol crucial. “Los taiwaneses siguen siendo vitales, al menos por ahora”, agrega.
Cunningham concluye que, en última instancia, están en juego las instalaciones y su futuro podría verse afectado tras el mandato de Trump, resaltando un cambio potencial en el panorama de los semiconductores tanto en EE.UU. como en Taiwán.