Brasil y Estados Unidos han puesto en marcha un diálogo para discutir la cuestión de los aranceles del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio, que fueron establecidos por el expresidente Donald Trump.
Este intercambio se da en un contexto donde las exportaciones brasileñas de acero a Estados Unidos alcanzaron en 2024 un total de 4,08 millones de toneladas, lo que resalta la importancia de este sector para la economía brasileña.
Con el fin de mitigar el impacto de estas medidas, el Ministro de Relaciones Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, y el nuevo representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, realizaron una llamada telefónica el pasado viernes centrada en los temas arancelarios.
Según la cancillería brasileña, el objetivo de estas negociaciones es abordar y potencialmente reducir las barreras arancelarias. Se espera que representantes de ambos países realicen una reunión virtual la próxima semana para avanzar en las discusiones.

Además, se subrayó la relevancia de la balanza comercial entre ambas naciones, lo que refuerza la posición de Brasil en contra de nuevas barreras arancelarias. El vicepresidente de Brasil, Geraldo Alckmin, también participó en una videoconferencia con Greer y el secretario de Estado de EE.UU., Howard Lutnick.
Durante dicha reunión, Alckmin presentó cifras que evidencian la importancia de la relación comercial bilateral. Él destacó que ocho de los diez principales productos exportados por Brasil están incluidos dentro de este contexto de comercio.
El presidente Lula da Silva ha reaccionado firmemente al tema, afirmando que si se imponen aranceles sobre el acero brasileño, Brasil responderá comercialmente, denunciándolos ante la OMC o imponiendo sus propios aranceles.
Las tarifas del 25% sobre las importaciones de acero y aluminio han sido un componente clave de la estrategia proteccionista de la administración Trump desde 2017, que utilizó estas medidas como un instrumento para equilibrar el comercio en Estados Unidos.