Tijuana (México), 5 de mayo (EFE). Se advirtió sobre la posibilidad de un colapso en las inversiones.
Alejandro Jaramillo Osuna, de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), destacó que esta medida representa un duro golpe para los principales socios comerciales de México.
“En este momento no es adecuado para recibir inversiones, y a largo plazo esto podría generar graves problemas”, comentó Jaramillo tras el anuncio de las medidas del gobierno de Donald Trump.
Las provincias de la región fronteriza, como San Diego, están en un punto crítico.
“No hay manera de minimizar el impacto. Somos especialmente vulnerables porque estamos en la frontera y esto es muy serio”, subrayó.
Jaramillo agregó que “esperamos que la situación mejore”.
El Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) contraviene, paradójicamente, las medidas que se están implementando.
Las afectaciones principales recaen sobre la industria automotriz, incluyendo la cadena de suministro de autopartes en México, que tiene niveles binacionales. Este sector, esencial para la economía, se encuentra en riesgo.
Jaramillo destacó que las cadenas de suministro son muy complejas y abarcan múltiples operaciones a ambos lados de la frontera. La implementación de aranceles implicaría pérdidas significativas de empleos.
Es importante mencionar que en Baja California, donde se localiza Tijuana, la industria automotriz depende de componentes que son fabricados por empresas afiliadas.
La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha señalado que es necesario tomar medidas de contraste debido a los aranceles que podrían perjudicar al país.
(c) Agencia EFE
