En un reciente comunicado, Jaramillo Osuna, representante de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), expresó su preocupación respecto a la implementación de medidas arancelarias por parte de Donald Trump, las cuales considera un fuerte golpe para los socios comerciales de México. Según Osuna, este tipo de acciones no son adecuadas en el contexto actual, ya que podrían generar una grave crisis industrial.
«No es el momento adecuado para recibir esta noticia. Además, a largo plazo, las consecuencias serán difíciles de manejar», mencionó en relación a los anuncios de Trump. Resaltó que la región fronteriza, especialmente en lugares como San Diego, enfrenta una vulnerabilidad considerable debido a su ubicación geográfica.
Osuna enfatizó que la industria mexicana, y en particular la automotriz, podría ser muy afectada por estas medidas. Afirmó que las cadenas de suministro son altamente complicadas, involucrando operaciones en ambos lados de la frontera, y que los aranceles causarían pérdidas significativas de empleo y productividad.
El impacto de estas políticas se reflejaría principalmente en la industria automotriz y de autopartes, que son fundamentales para la economía de Baja California, donde se sitúa Tijuana. Jaramillo Osuna destacó que no solo se verían perjudicadas las exportaciones completas, sino también los componentes manufacturados en la región, lo que afectaría además a otros sectores como el de electrodomésticos.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha señalado que es vital mantener la cohesión entre los dos países, dado que las relaciones comerciales son cruciales para el desarrollo económico. También subrayó que la imposición de aranceles pone en riesgo acuerdos y logros alcanzados a través del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En conclusión, la industria mexicana, y en particular la de Baja California, se enfrenta a un panorama incierto si se mantienen las políticas arancelarias propuestas por Trump. La interconexión entre las economías de ambos países es esencial para garantizar la estabilidad y el crecimiento en la región.
Las reacciones a estas medidas continúan generando un debate sobre cómo proteger la industria local y minimizar el impacto de decisiones unilaterales que pueden desestabilizar el comercio internacional.