El presidente Donald Trump ha ordenado la imposición de aranceles del 25%. Según él, esto marcará el final de las negociaciones sobre los acuerdos con los países vecinos, intensificando la presión sobre el sector económico.
Trump afirmó que los aranceles entrarán en vigor a la medianoche, dejando en claro que, a diferencia de la situación anterior, esta vez no habrá marcha atrás. La medida se considera un incentivo para animar a los fabricantes a trasladar sus operaciones de vuelta al país.
En el último mes, Trump había mencionado que el objetivo de los aranceles era restaurar una política comercial más justa en comparación con la de las décadas de 1990.
Reiterando uno de los puntos centrales de su campaña electoral, dijo: “Nos han estado aprovechando en Estados Unidos durante 40 años… No pueden venir aquí, apropiarse de nuestro dinero y robarnos nuestros empleos, y aun así salir impunes”. No especificó si se refería a inversores o países enteros.
Chip y Auto, la nueva estrategia
En noticias relacionadas, un importante líder de la industria de semiconductores anunció que una nueva planta se establecerá para facilitar la producción de chips, lo que se considera crucial en la situación actual del mercado automotriz y tecnológico.
Sin embargo, no todos están celebrando. Existen inquietudes en el sector agrícola, donde se siente que estas políticas arancelarias podrían afectar negativamente a los productores locales. Algunos agricultores expresan su preocupación por el impacto en sus exportaciones y en el mercado interno.
Trump parece insinuar que los agricultores se beneficiarán de esta situación, publicando un mensaje en sus redes sociales sobre cómo deben prepararse para aumentar la producción de productos agrícolas para el mercado estadounidense. Sin embargo, la realidad es más compleja, ya que Estados Unidos ha sido un exportador neto de alimentos, y ahora enfrenta desafíos en ese ámbito.