Tras el ataque armado dirigido a miembros de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Baja California en el Ejido Ojo de Agua, Tijuana, se logró la detención de dos hombres que eran objeto de investigación por su supuesta implicación en una serie de robos violentos en la Zona Este de la ciudad, enfocándose en empresas constructoras, según lo declaró la fiscal general María Elena Andrade Ramírez.
La FGE explicó que los detenidos pertenecían a una organización criminal que atacaba materiales de alto valor utilizados en proyectos de construcción.
“Se trataba de una banda dedicada al robo de insumos de constructoras o almacenes de construcción, concentrándose en materiales metálicos y otros de gran valor”, detalló Andrade.
De acuerdo con las indagaciones, los delitos ocurrían en terrenos extensos, situados en áreas apartadas sin vecinos cercanos. Uno de los robos que desencadenó la acción de las autoridades fue el ataque violento a la Constructora Grumesa en la Zona Este.

Debido a la creciente frecuencia de estos crímenes, la FGE llevó a cabo encuentros con representantes de las empresas afectadas, lo que facilitó la identificación de un patrón operativo. En consecuencia, se implementaron operativos de vigilancia en áreas con alta incidencia delictiva.
El 3 de julio, alrededor de las 10:20 horas, agentes de la fiscalía identificaron un vehículo que coincidía con las características reportadas previamente, en circulación por el Ejido Ojo de Agua. Al notar la presencia de los agentes, los ocupantes del vehículo abrieron fuego, lo que dio inicio a un intercambio de disparos.
Inicialmente, se pensó que un agente de la FGE había resultado herido, pero se confirmó que era uno de los atacantes. Como resultado del operativo, se detuvo a Carlos “N” y Orbeli “N”, quienes están ligados a al menos cinco denuncias por robos violentos a constructoras y otros negocios de la zona.
En la respuesta al incidente participaron elementos de la Policía Municipal, la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana, la Agencia Estatal de Investigación, la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la Guardia Nacional, así como equipos de Cruz Roja y Bomberos que brindaron atención médica en el lugar.
Por último, las indagaciones continuarán para recopilar información que permita determinar si hay más integrantes de esta organización delictiva operando en la región y para esclarecer el alcance de los daños ocasionados por sus actividades.