El Servicio Sismológico Nacional (SSN) reportó un temblor de 4.3 de magnitud en el municipio de San Felipe, Baja California.
Según información preliminar oficial, el evento sísmico tuvo lugar a las 6:39 horas del 14 de junio, a 86 km al sureste de la ciudad, con una profundidad de 10 km.
Las coordenadas exactas donde ocurrió el temblor son 30.48 grados de latitud y -114.203 grados de longitud.
Hasta el momento, las autoridades no han reportado daños relacionados con el sismo. No obstante, se sugiere estar atento a las actualizaciones oficiales frente a cualquier medida que se tome.
La información proporcionada por el SSN es preliminar, lo que significa que estos datos podrían ser actualizados por las autoridades en el futuro.
Cabe destacar que, actualmente, los sismos no pueden ser anticipados. No existe tecnología o método que permita prever el momento en que ocurrirán, según aclara el SSN.
México se encuentra en una región tectónica activa, registrando múltiples sismos diariamente; sin embargo, la mayoría de estos son de baja magnitud y son imperceptibles para la población.

A continuación, se presentan recomendaciones del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) sobre cómo actuar ante un sismo.
Antes de un sismo:
Dado que los sismos no son predecibles, es vital estar preparados. Se recomienda seguir estas pautas:
- Elaborar un plan familiar de protección civil.
- Participar en simulacros de evacuación.
- Identificar zonas de seguridad en el hogar, escuela o lugar de trabajo.
- Realizar revisiones periódicas de instalaciones de gas y electricidad.
- Tener lista una mochila de emergencia.
Durante el sismo:
Este es el momento más crítico. Aquí hay pasos a seguir independientemente de la ubicación:
- Mantener la calma y dirigirse a una zona segura.
- Alejarse de objetos que puedan caer y de ventanas.
- Si está en un automóvil, estacionarse lejos de edificios y árboles altos.
- En zonas costeras, alejarse de la playa y buscar refugio en áreas elevadas.
Después del sismo:
Una vez finalizado el evento, se deben seguir estas recomendaciones con calma:
- Inspeccionar el hogar tras el sismo.
- Utilizar el teléfono únicamente en caso de emergencias.
- No encender cerillos o velas hasta asegurarse de que no haya fugas de gas.
- Permanece informado y evita propagar rumores, siguiendo las indicaciones de las autoridades.
- Tener en cuenta la posibilidad de réplicas y mantenerse atento a cualquier situación.
Es esencial no dejarse llevar por noticias falsas que suelen surgir tras estos eventos naturales. Infórmese a través de fuentes oficiales.

México vive en un constante riesgo de experimentar sismos de gran magnitud, recordando eventos trágicos como los de 1985 y 2017. Aunque son los más recordados, no fueron los de mayor magnitud en el país.
El terremoto más fuerte registrado en la historia de México sucedió el 28 de marzo de 1787 en Oaxaca, con una magnitud de 8.6, que provocó un tsunami que llegó hasta 6 kilómetros tierra adentro.
Un estudio realizado por el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires) en 2009 sugiere que sismos de magnitudes de 8.6 o mayores podrían ocurrir en los próximos años con epicentro en las costas de México y Centroamérica, debido a la concentración de energía en la Brecha de Guerrero.
Temblor como estos evocan los recuerdos más dolorosos de 1985 y 2017, cuando la Ciudad de México se detuvo ante las devastadoras consecuencias de cada evento.
El sismo del 19 de septiembre de 1985 ocurrió a las 7:19 horas locales, con una magnitud de 8.2 y epicentro en Guerrero. Muchos creyeron que algo así no se repetiría, pero volvió a suceder 32 años después.
El sismo de 2017 se registró a las 13:14 horas con epicentro en los límites de Puebla y Morelos, resultando en 369 muertes en el centro del país.