Martha tiene un sueño: realizar el enganche para una casa o adquirir un terreno para sus hijos. Trabajó 33 años como mecanógrafa en un juzgado penal de Tijuana, pero no puede alcanzar su objetivo porque el Poder Judicial de Baja California le debe su prima de antigüedad, o finiquito.
Desde que se jubiló en agosto de 2022, no ha recibido información sobre la fecha de pago de esta prestación, a pesar de que está garantizada en el Contrato Colectivo de Trabajo y en la Ley del Servicio Civil estatal, lo que ha sido un obstáculo considerable para ella.
Aunque otros jubilados han comenzado a recibir sus pagos en diferentes dependencias del Ejecutivo, en el Poder Judicial se detuvieron a partir de septiembre de 2024. La situación es cada vez más desesperante para Martha, quien da prioridad a su salud después de recibir un diagnóstico de cáncer de mama y espera los resultados de un análisis crucial. “La vida puede terminar en cualquier momento, pero es fundamental contar con ese finiquito para planear el futuro de mis hijos”, explica.
“El presidente del Tribunal (Alejandro Isaac Fragozo López) debe ser más humano y consciente de las necesidades de quienes trabajaron tantos años. No se trata de una limosna, es un derecho que ya hemos ganado”, afirmó.
Al igual que Martha, otros tres jubilados que enfrentan la enfermedad también esperan el pago de su prima de antigüedad, lo que les impide costear los medicamentos que necesitan. Sus respectivas compañeras consideran esto una de las mayores “injusticias” tras años de trabajo en un ambiente estresante.
Gloria, otra jubilada desde el 1 de mayo de 2023, refiere que muchas de sus compañeras están en situaciones críticas, donde el dinero es esencial para mejorar su calidad de vida, y se sienten frustradas por la falta de este pago urgente. “Es incomprensible que ahora, al retirarnos, no se nos quiera pagar lo que nos corresponde tras haber dado tanto tiempo y esfuerzo”, subraya.
Martha destaca la necesidad de que las autoridades se informen sobre cuántas primas de finiquito se comenzarán a pagar, especialmente a las personas más vulnerables, ya que muchas jubiladas han sufrido la pérdida de seres queridos que no alcanzaron a ver el pago que merecían. “Las autoridades deberían acercarse y hablar sobre el tema”, señaló Juana, quien también espera su finiquito tras jubilarse el 1 de mayo de 2024.
