Israel está planeando ejercer control sobre el 75 por ciento de la Franja de Gaza y reubicar a sus 2 millones de habitantes en tres áreas específicas como parte de una nueva ofensiva militar en la costa.
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, ha afirmado que la operación, que lleva 10 días en marcha y se llama “Carros de Gedeón”, tiene como meta derrotar a Hamás y recuperar a los rehenes que el grupo, respaldado por Irán, sostiene.
Netanyahu ha declarado que las fuerzas israelíes eventualmente tomarán el control total de Gaza, aunque no ha proporcionado detalles sobre los planes posteriores a la ofensiva.
La población de Gaza, que abarca solo 226 kilómetros cuadrados, sería dirigida a tres áreas que constituyen el 25 por ciento del territorio: la zona sur de Mawasi, el centro de Gaza y la ciudad de Gaza en el norte, según informes provenientes de medios israelíes.
El ejército israelí no ha corroborado de inmediato esta información, pero afirmó que sus tropas y tanques actualmente dominan aproximadamente el 40 por ciento de Gaza.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado su deseo de que el conflicto en Gaza finalice lo más pronto posible, a pesar de que Israel está ampliando sus operaciones militares.
“Hemos estado dialogando con Israel y queremos ver si podemos poner fin a esta situación lo antes posible”, comentó Trump a los periodistas el domingo.
Paralelamente a sus operaciones militares, Israel está implementando un sistema de ayuda, con el respaldo de EE. UU., para proporcionar alimentos a cerca de la mitad de la población civil palestina del enclave. El país enfrenta críticas internacionales por el bloqueo de ayuda que tiene vigencia desde principios de marzo.
Tras el fin de una tregua con Hamás, Israel detuvo toda ayuda humanitaria, lo que generó advertencias sobre una posible hambruna. Los esfuerzos de mediación de Qatar, Egipto y EE. UU. para establecer un nuevo alto el fuego y liberar a los rehenes no han tenido éxito.
Aunque la ayuda humanitaria ha comenzado a llegar a Gaza de manera gradual, el nuevo programa de asistencia se tiene previsto iniciar el lunes. Sin embargo, esto se complica tras la renuncia del director de la Fundación Humanitaria de Gaza, una organización sin fines de lucro con sede en Suiza y respaldada por EE. UU. e Israel para distribuir ayuda.
“Es imposible implementar este plan mientras se cumplan estrictamente los principios humanitarios de humanidad, neutralidad, imparcialidad e independencia, los cuales no abandonaré”, indicó el director ejecutivo de la GHF, Jake Wood, en un comunicado.
La fundación también afirmó que sus camiones de ayuda “están cargados y listos para salir” y sigue planeando iniciar la entrega de ayuda en Gaza a partir del lunes, con el objetivo de llegar a “más de un millón de palestinos para el final de la semana”.
Hamás, considerada una organización terrorista por EE. UU. y la Unión Europea, provocó el conflicto al atacar el sur de Israel, resultando en la muerte de mil 200 personas y la toma de 250 rehenes. La ofensiva israelí ha causado más de 53 mil muertes en Gaza, según el Ministerio de Salud de la zona controlada por Hamás. Israel, por su parte, ha perdido más de 400 soldados en los enfrentamientos.