Durante periodos de gran afluencia de turistas, provocan impedimentos para el paso peatonal y el acceso a comercios, bancos y otros negocios, aseguran.
Tijuana, BC. – Residentes y comerciantes de la Zona Centro de Tijuana consideran que es fundamental mantener despejadas las calles debido a la actividad de los vendedores ambulantes, quienes obstaculizan el flujo de peatones y los accesos a diversos negocios.
Según la ciudadana Josefina Hernández, quien transita a diario por la zona, es esencial que las calles sean exclusivamente para los peatones.
“Frecuentemente hay que eludir los puestos, tienes que ir por la calle, lo cual no es seguro porque las banquetas deberían ser para caminar, pero a menudo están ocupadas por ellos”, expresó.
Inconformidad entre transeúntes
Otros, como Ramiro González, también expresaron su descontento ante la situación en lugares específicos, como en la zona de bancos en la intersección de las calles Quinta y Constitución, así como en paradas de transporte público.
“Algunos vendedores se instalan justo frente al banco, y eso resulta molesto, especialmente cuando hay filas para retirar dinero y las personas deben pasar casi apretujadas”, comentó.
Samantha Herrera también opinó que es necesario retirar o reubicar a los ambulantes localizados en paradas donde los ciudadanos esperan transporte público, ya sea taxis o camiones.
Dificultades para la movilidad de clientes potenciales
Los comerciantes en la Zona Centro señalan que la acumulación de vendedores ambulantes no solo afecta el tránsito de posibles clientes, sino que también impacta negativamente la imagen y las ventas de sus establecimientos.
Antonio Ortega, quien opera un puesto de comida en la calle Cuarta, manifestó que aunque la presencia de vendedores ambulantes dedicados a alimentos ha disminuido, los demás vendedores deterioran la percepción del área.
“Cuando hay demasiados vendedores, las personas optan por seguir su camino o ir a otros lugares, lo cual nos afecta”, afirmó.
Obstrucción y problemas de higiene
Carlos Ruiz, gerente de un negocio de dulces en la calle Segunda, subrayó que la obstrucción de las calles y la generación de basura son consecuencias notables de la proliferación del comercio ambulante sin una regulación adecuada.
“No todos, pero muchos dejan su basura y ensucian la calle. Además, ocupan casi toda la banqueta. No solo no pagan impuestos, sino que ni siquiera se esfuerzan por mantener limpio su espacio”, concluyó.