WASHINGTON (AP) — Sam Altman, CEO de OpenAI, junto a ejecutivos de Microsoft y de Advanced Micro Devices (AMD), comparecieron ante el Capitolio para discutir sobre las oportunidades y riesgos en una industria que podría transformar radicalmente el mundo de los negocios, la cultura y la geopolítica global, coincidiendo con las opiniones de legisladores y expertos en tecnología.
Esta audiencia se da en un contexto de creciente competencia entre empresas y países por definir el futuro de la inteligencia artificial. OpenAI, bajo la dirección de Altman, compite intensamente para desarrollar el modelo de IA más avanzado frente a rivales como Alphabet y Meta, además de competidores en China.
“Creo que esto tendrá un impacto al menos tan grande como internet, o incluso mayor”, afirmó Altman al referirse al potencial transformador de la IA. Hizo un llamado a los senadores para que apoyen la “doble revolución” de la inteligencia artificial y la producción de energía, que podría resultar en cambios inconmensurables y positivos para el mundo.
Entre los testimonios, además de Altman, estuvieron Lisa Su, CEO de AMD, Michael Intrator, cofundador de la startup de computación en la nube IA CoreWeave, y Brad Smith, presidente de Microsoft. Todos coincidieron en la necesidad de que los legisladores simplifiquen las políticas para proyectos de IA y mejora de recursos.
Los temas abordados incluyeron debates sobre el rendimiento de chips, el impacto en el empleo, las relaciones sociales y la generación de energía, así como consideraciones sobre la competencia global con China y la Unión Europea. El senador Ted Cruz expresó que “China busca liderar en IA para 2030”, planteando que EE. UU. se encuentra en una encrucijada en cuanto a su enfoque hacia la innovación y la libertad emprendedora frente a modelos más restrictivos.
A pesar de algunas tensiones partidistas, los senadores mostraron un enfoque moderado en sus preguntas, enfatizando su preocupación por el mantenimiento del liderazgo estadounidense en inteligencia artificial. También se abordaron temas de ciberseguridad y privacidad de datos, así como el riesgo de que la IA produzca contenidos engañosos.
Entre las discusiones, Altman destacó la conexión crítica entre la capacidad de EE. UU. para atraer talento global y su influencia internacional, mientras que otros ejecutivos expresaron preocupaciones sobre los controles a la exportación que podrían favorecer la adopción de tecnología china por parte de otros países. La competencia comercial entre EE. UU. y China sigue siendo un aspecto fundamental de la estrategia de la industria de la IA, con implicaciones significativas para los fabricantes de chips como Nvidia y AMD.