“Si Estados Unidos desea una guerra, ya sea arancelaria, comercial o de cualquier otra índole, estamos listos para pelear hasta el final.” Por primera vez, China enfrenta una amenaza en el ámbito militar.
La compañía tiene una larga trayectoria en la producción inigualable, y resulta difícil entender la naturaleza del asunto.
El gobierno del régimen de Xi Jinping argumenta que “acusar a China de fentanilo es una justificación débil para incrementar aranceles estadounidenses sobre las importaciones provenientes de Washington.”
El funcionario asegura que “cualquiera que ejerza presión sobre China está eligiendo a la persona equivocada y calculando mal.”

China sostiene que ha realizado esfuerzos para “ayudar” a sus provincias y mejorar la situación económica del país.
La contienda comercial surgida a raíz de este tema ha complicado aún más la relación entre ambas naciones.

China anunció el miércoles que aumentará su presupuesto militar en un 7.2%, continuando con su política de defensa y expansión militar.
El gasto militar de China es actualmente el segundo más grande del mundo, después de Estados Unidos, y su flota naval es la más extensa del planeta.
El presupuesto, que asciende a aproximadamente 245 millones de dólares, se presentó en un evento nacional y durante la reunión de la legislatura china. El Pentágono y expertos militares destacan que el gasto total en defensa sigue un patrón de aumento del 40% en comparación con años anteriores.
A pesar de un crecimiento proyectado del 5% para este año, se refleja una desaceleración general en la economía. Las tensiones con Estados Unidos, Taiwán, Japón y otros países que tienen reclamaciones territoriales en el Mar de China Meridional continúan siendo un factor importante en la región.

China atribuye el aumento en su presupuesto a la necesidad de mantenimiento y mejora en la calidad de vida de su personal militar, compuesto por aproximadamente 2 millones de miembros.
La estructura militar popular se basa en islas y áreas en la costa, buscando establecer vínculos estratégicos con Estados Unidos y otros países.
El Presidente Xi Jinping, que supervisa las Fuerzas Armadas, ha tratado de implementar reformas a altos mandos militares, incluyendo a exministros de defensa y al jefe del cuerpo de misiles.
Se ha dejado claro que el país nunca buscará hegemónicamente, enfatizando que su postura es estrictamente defensiva frente a las crecientes tensiones.
De este modo, la situación se presenta complicada, con el país enfocándose en fortalecer su posición militar mientras busca, en paralelo, estabilizar su economía en un contexto de creciente rivalidad geopolítica.