La incertidumbre respecto a la política comercial de Estados Unidos ha creado diversos escenarios sobre las perspectivas económicas del país: desde aranceles suaves y guerras comerciales hasta una crisis económica y financiera más amplia de lo que se había evaluado anteriormente.
Según Alvise Lennkh-Yunus, responsable de calificaciones soberanas en Scope, “el reciente anuncio de aranceles comerciales por parte de EE.UU. marca una notable escalada en la política proteccionista que se ha intensificado durante la administración Trump”.
El especialista agregó que “las implicaciones para el crédito son significativas tanto para Estados Unidos (AA/Negativo) como para sus socios comerciales”. No obstante, señaló que “una reversión total es poco probable, lo que indica que habría un impacto financiero duradero si la confianza en las alianzas y las cadenas de suministro se ve afectada”.
El alcance de esta situación es evidente al analizar distintos escenarios económicos, que incluyen: un “escenario de aranceles ligeros”, una guerra comercial y una crisis económica importante.
Los socios comerciales de Estados Unidos se encuentran ante múltiples opciones en respuesta a esta nueva realidad.
El impacto final sobre el crecimiento, la inflación y las métricas de crédito soberano dependerá de la reacción de los países socios, así como de sus fortalezas y vulnerabilidades crediticias inherentes.
Los medios de comunicación internacionales sugieren que es probable que los efectos de los aranceles estadounidenses se sientan en diversas economías, a medida que intentan adaptarse a esta situación comercial cambiante.
Finalmente, Lennkh-Yunus destacó que “los países con superávit comercial y exposiciones financieras deben prepararse, ya que la necesidad de revertir esta situación podría surgir a largo plazo debido a las tensiones económicas”. Las principales debilidades soberanas incluyen una alta apertura al comercio, sensibilidad a tipos de cambio y la exposición a los precios del petróleo.