Washington – El mundo es un lugar donde las personas prefieren no preocuparse, y habitan día a día.
A partir de la medianoche, Canadá impuso importantes aranceles sobre el 25% de las importaciones provenientes de Estados Unidos, que afectan a casi el 10% de los productos agrarios del país.
Como respuesta a los aranceles del 20% que Trump aplicó, Beijing reaccionó el martes afectando las exportaciones agrícolas estadounidenses. Además, los controles sobre las importaciones aumentan la preocupación.
En respuesta, el Primer Ministro de Canadá, Justin Trudeau, señaló que se impondrán aranceles a productos estadounidenses valorados en 100.000 millones de dólares. Esta decisión también refleja la incapacidad de aceptar una escalada en las tensiones comerciales.
El temor a una guerra comercial se ha intensificado debido a las acciones del presidente de Estados Unidos, quien parece dispuesto a ignorar las advertencias de los economistas y arriesgar su propia aprobación pública, convenciéndose de que los aranceles pueden ser la solución a los problemas del país.
Los índices bursátiles en Estados Unidos abrieron a la baja el martes, cayendo considerablemente tras los comentarios de Trump. Ambos países han afirmado avanzar en cuestiones de tráfico y comercio, aunque Trump ha indicado que los aranceles solo disminuirán con la reducción del déficit de Estados Unidos, sugiriendo que no se resolverá un argumento político de inmediato.
La posibilidad de que los aranceles perturben la economía estadounidense es real, al igual que la opción de imponer más aranceles a la Unión Europea e India. Las decisiones del presidente han generado una volatilidad desconcertante en la economía mundial, dejando a muchos en expectativa sobre los próximos movimientos.
Los legisladores demócratas criticaron inmediatamente los aranceles, e incluso algunos senadores republicanos expresaron su preocupación. La senadora Susan Collins, de Maine, se mostró “muy preocupada” y subrayó que la economía de Maine y Canadá están estrechamente conectadas.
El ministro canadiense de Defensa, Bill Blair, afirmó que el diálogo continuará, pero están listos para responder. “Nuestros aranceles permanecerán vigentes hasta que se retire la acción comercial de Estados Unidos”, destacó, indicando que si los aranceles no cesan, podrían buscar medidas alternativas.
Por su parte, el gobierno estadounidense sugirió que la inflación no será tan severa como indican algunos economistas, mientras Trump anunciaba que una fabricante de semiconductores de Taiwán invertirá 100.000 millones de dólares en la producción nacional. Sin embargo, reubicar fábricas y capacitar a trabajadores requerirá tiempo.
Greg Ahearn, presidente de la Asociación de Juguetes, advirtió que los aranceles del 20% sobre productos chinos serán devastadores para la industria del juguete, ya que cerca del 80% de los juguetes vendidos en Estados Unidos son fabricados en el extranjero. “La fabricación requiere mano de obra altamente calificada que no puede replicarse de la noche a la mañana”, concluyó.