La cotización del peso mexicano se ha visto afectada tras el anuncio de nuevos aranceles por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en marzo. Actualmente, el dólar estadounidense se cotiza a 20.70 pesos, lo que representa un cambio del 0.77% respecto a su valor de apertura el mismo día.
El mercado mexicano, que cuenta con un 25% de exportadores, ha reaccionado a estos cambios, especialmente en las provincias cercanas a la frontera. El 1 de febrero, cuando se comunicaron las tarifas que luego fueron pospuestas, ya se había notado una reacción significativa por parte del mercado.
Según informes de Grupo Monex, se anticipaba que el tipo de cambio se movería entre $20.35 y $20.67, considerando que mañana entraría en vigor la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos sobre México, Canadá y China, que resultaron ser menores a lo esperado inicialmente.
El anuncio de Trump a través de su red social, donde mencionó nuevos aranceles del 10% a productos agrícolas, provocó que, en las últimas horas de cotización, el peso mexicano cayera más de lo que los analistas habían previsto, quienes solo anticipaban la aplicación de tarifas del 25% a ciertos socios comerciales.
Durante 2024, la relación entre el peso y el dólar estuvo marcada por contrastes. El año comenzó con el fortalecimiento de la moneda mexicana, que llegó a venderse a 16 pesos por dólar, una situación que no se veía desde hace casi una década. Este periodo de “Super Peso” parecía sólido.
Sin embargo, con el avance del año, el peso comenzó a depreciarse debido a factores políticos, como las reformas del poder judicial. Esta caída se intensificó tras la victoria electoral de Trump y sus amenazas de imponer aranceles.
Para 2025, el Banco de México (Banxico) prevé que la cotización del peso fluctúe entre 20.24 y 20.69 pesos. En cuanto a la inflación, esta se mantuvo relativamente estable en 2024, rondando el 4%, aunque en junio casi alcanzó el 6%. Banxico pronostica que la inflación en este año estará por debajo del 3.8%. En términos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), las expectativas son bajas, con un incremento esperado de solo el 1.2%.