El objetivo del presidente Donald Trump de atraer de nuevo a más empresas hacia Estados Unidos podría resultar perjudicial para su propio mercado laboral.
La guerra arancelaria es un factor clave en la relación con China, y la bancarrota se ha convertido en un peligro común. Además, la dinámica mundial impacta en la vida de los pueblos indígenas, que también enfrentan desafíos a nivel global.
Ramon Bernardo Martinez Juarez manifestó que la empresa tiene una meta comercial específica y es crucial prestar atención a quienes se han adaptado a la situación actual.
En México, la dependencia de productos, servicios y mano de obra podría llevar a muchas empresas estadounidenses hacia una crisis financiera, advirtió.
“La situación es complicada,” comentó durante una entrevista.
Martínez Juárez señaló que la adaptabilidad y el cambio son esenciales para enfrentar los retos.
Un artículo de El Universal publicado este domingo mencionó que el movimiento de manufacturas de México hacia Estados Unidos, como pretende el gobierno de Donald Trump, podría aumentar los costos, lo que también fue confirmado por expertos de la industria.
Además, se destacó que el costo de la mano de obra en EU es cuatro veces más alto.
La forma más eficiente de utilizar el capital es reconsiderar la estructura para ciertos sectores, ya que la filosofía de Trump busca revitalizar empresas que originalmente se establecieron en Estados Unidos.
“La industria tiene que ser capaz de desarrollarse y destacar a nivel global,” subrayó.
Uno de los grandes riesgos que enfrentan las empresas es su dependencia de otros países. La imposición de aranceles a las empresas mexicanas les obliga a diversificar sus mercados ante este contexto geopolítico y económico.
Las empresas afectadas tendrán que replantear sus modelos de negocio en busca de nuevos mercados.
Existen industrias y empresas mexicanas con la capacidad y la innovación para proveer productos en las cadenas de suministro, mencionó.