Con la llegada del otoño, los días se acortan cada vez más, anticipando el cambio horario con el que España y otros países europeos se preparan para el horario de invierno. Este ajuste se realizará a finales de octubre, por lo que es recomendable marcar la fecha en los calendarios para evitar confusiones.
Según la legislación vigente, el cambio a la hora de invierno en España ocurre el último fin de semana de octubre, específicamente en la madrugada del sábado 25 al domingo 26.
A diferencia del cambio de hora en primavera, en esta ocasión se procederá a atrasar los relojes. Esto significa que a las 3:00 h serán las 2:00 h, haciendo que el domingo tenga oficialmente una duración de veinticinco horas. En Canarias, los relojes pasarán de marcar la 1:00 h a las 2:00 h.
La mayoría de los dispositivos electrónicos realizarán esta modificación automáticamente, así que no es necesario cambiar manualmente los relojes en móviles, tabletas, smartwatches o televisores inteligentes.
El cambio de hora impactará de manera evidente en las horas de luz, ya que habrá amaneceres más tempranos, pero también anochecerá una hora antes.
Aunque el cambio de hora ha sido defendido como un medio para reducir el consumo energético al aprovechar mejor la luz solar, su efectividad ha sido objeto de debate en la última década, especialmente respecto al cambio de verano.
En 2018, se presentó ante el Consejo Europeo una propuesta para eliminar el cambio de hora estacional que ocurre dos veces al año en los países de la UE. Sin embargo, no se han tomado decisiones definitivas ni se ha establecido un plazo claro para modificar el sistema actual, según el organismo. Por otro lado, el Parlamento Europeo votó a favor de acabar con los cambios horarios en 2019 para el año 2021, pero este acuerdo no se materializó, ya que es necesario que tanto el Consejo como el Parlamento coincidan para aprobar la legislación. En España, una comisión de expertos concluyó en 2019 que no era recomendable hacer cambios drásticos en los husos horarios sin un consenso adecuado y una comunicación efectiva hacia la ciudadanía sobre los riesgos y beneficios que esto implicaría.