Un día que se consideró histórico para Oriente Próximo terminó siendo una celebración en honor a Donald Trump. La conferencia de paz en Sharm el Sheij, que reunió a una veintena de líderes mundiales, se convirtió rápidamente en un evento centrado en el poder de Trump, quien fue el único protagonista en una jornada meticulosamente planificada para enfocarse en él.
Uno tras otro, todos los líderes saludaron a un Trump visiblemente emocionado; el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, incluso le dijo: “Solo usted podría haber conseguido esta paz”.
Trump, acompañado por su equipo, incluyendo a su yerno Jared Kushner, pasó el día mostrando su influencia. Cada evento, tanto en Israel como en Egipto, estaba organizado para que el presidente estadounidense fuese el centro de atención.
A pesar de que 20 líderes mundiales lo esperaron durante horas en Sharm el Sheij —con un retraso de casi cuatro horas— él disfrutó de su discurso en la Knesset, el Parlamento israelí, donde habló sobre su imagen, su familia y hasta la vida marital de su hija Ivanka y Kushner.
La jornada fue un homenaje a la figura del presidente de EE. UU., tanto que bromeó cuando Marco Rubio, su secretario de Estado, afirmó que el acuerdo de paz era el más importante de los últimos 50 años. “Solo”, le respondió Trump, quien ya había presumido en Israel de resolver un conflicto “de 3.000 años”.
Todos los líderes, incluido Pedro Sánchez de España, pasaron a saludar a Trump, a pesar de las tensiones previas. En una reciente cumbre de la OTAN en La Haya, Trump había amenazado con aranceles a España por su gasto en defensa, pero la interacción entre ambos fue cordial en Sharm el Sheij.
Tras acordar el plan de paz y la liberación de los rehenes en Gaza, queda por ver cómo se cumplirán los demás aspectos del acuerdo, especialmente en cuanto a la entrada de ayuda humanitaria y la reconstrucción del enclave. Trump, quien se ha enriquecido en el sector inmobiliario, considera que existen grandes oportunidades en este contexto.
Objetivo: transformar la región
El objetivo no es solo restaurar Gaza, sino transformar toda la región, según Marco Rubio. Steve Witkoff, enviado de Trump para Oriente Próximo, señaló que permanecerían en la zona durante un periodo significativo para facilitar la implementación del plan. Al Sisi considera que el acuerdo es un importante logro y se compromete a asegurar el alto el fuego.
La reunión en Sharm el Sheij, donde se discutió el acuerdo alcanzado entre Hamás e Israel respecto a la primera fase del plan de paz, congregó a 20 líderes internacionales, incluidos los cinco grandes de Europa, para aumentar el apoyo a esta iniciativa. Además, Qatar y Turquía firmaron el documento como garantes del nuevo enfoque.
A pesar de la participación de numerosos líderes, la cumbre estuvo marcada por notables ausencias, como la de los primeros ministros de Israel y Palestina. Aunque Al Sisi extendió una invitación a Netanyahu, este finalmente no asistió, y el príncipe heredero de Arabia Saudí también estaba ausente.
Hamás e Israel han aceptado, en términos generales, el plan de Trump para Gaza, aunque las negociaciones sobre los detalles son complejas y el acuerdo dado en Sharm el Sheij se centra solo en la primera fase. Egipto, a su vez, busca internacionalizar el plan, abordando delicados temas sobre el futuro control de la Franja y enfatizando la necesidad de supervisión internacional bajo la ONU.
Desde el comienzo del conflicto, Egipto ha trabajado paralelamente para controlar la violencia y participar en los diálogos sobre el futuro de Gaza. En cumbres previas, se han debatido alternativas al plan de Trump. Tony Blair también estuvo presente, como parte de una propuesta que lo incluiría en un equipo internacional para supervisar el gobierno en la Franja.