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Expertos advierten que el conflicto por el agua podría ser el motor de las guerras del futuro, y en México ya estamos enfrentando esta realidad. Las sequías de los últimos meses (2024-25) contrastan con las lluvias continuas que estamos experimentando en octubre.
Este desafío es significativo para el futuro. La administración federal, liderada por Claudia Sheinbaum, ha propuesto reformas esenciales en la gestión del agua, con el objetivo de que este recurso vital no pertenezca a nadie; “debe ser del pueblo de México”, como ha reiterado la presidenta.
Resulta preocupante que el agua se esté concesionando en varias regiones a empresas extranjeras, especialmente de origen chino, como es el caso de Hidalgo. Time Ceramics, una fábrica de pisos asiática, opera sin los permisos correspondientes, ya que el área es de uso agrícola, no industrial, incluso protegido por un decreto federal. No cuenta con concesiones para la extracción de agua ni permisos para el abastecimiento de pipas, y desde el año pasado actúa en total opacidad, respaldada por alguna autoridad que no le brinda información veraz a la titular del Ejecutivo.
Según la normativa sobre concesiones de agua, estas se mantienen vigentes únicamente si son utilizadas por los habitantes, algo que se verifica a través de recibos de pago (los cuales, por cierto, la CONAGUA emite con cero cobros, ya que el agua de uso agrícola no genera tarifas). Si no se han utilizado, por ley deben regresar al Estado. En este caso, Time Ceramics adquirió 80 hectáreas de la empresa regiomontana Absormex CMPC Tissue, que también le transfirió sus dos concesiones: una de propiedad del mismo y otra de un particular, Justino Lazcano Hernández. Ambas están destinadas a pozos de agua de uso agrícola. Es importante mencionar que el agua no puede ser comercializada, pero esta fue parte de una transacción que superó los 200 millones de pesos que Time Ceramics pagó a Absormex, incluyendo las concesiones.
Los antecedentes de Time Ceramics son preocupantes: fue clausurada a principios de 2024 debido a la presencia de 39 trabajadores indocumentados, además de la perforación ilegal de un pozo de agua sin los permisos correspondientes. Se ha documentado que diariamente hasta 40 pipas cargan agua destinada para la comunidad, que se usa en sus procesos industriales. De hecho, su gerente comercial, Carlos Lomé, ha afirmado públicamente que “van a taparle el ojo al macho” con un contrato de agua tratada.
De esta forma, el fenómeno del “huachicol a la china” persiste en Hidalgo, lo que representa un riesgo respecto al cumplimiento de las reglas del T-MEC, que pronto será renegociado. Esto puede crear un precedente negativo ante los estadounidenses al permitir que un gigante asiático tenga control sobre un recurso tan crucial para el futuro de México: el agua.
Desde el Sistema de Transportes Eléctricos de la Ciudad de México (STE), se han manifestado preocupaciones sobre cómo las decisiones del actual director, Martín López Delgado, favorecen reiteradamente a Trolley and Bus Eléctrico México, S. A. de C. V. Esto ocurre a pesar de que la empresa no cumple con los tiempos ni la calidad requeridas. Se denuncia que las adquisiciones se realizan con los mismos proveedores, con precios injustificados al alza, y se ignoran las advertencias internas. Toda esta situación ha quedado documentada en la denuncia SIDEC2510183DENC, presentada ante el gobierno de la CDMX, que detalla cómo las refacciones y subestaciones eléctricas se han convertido en un “negocio cerrado y protegido”. La autoridad no podrá alegar ignorancia sobre la situación, ya que ha sido debidamente informada y está documentada.