Ciudad de México, 12 jul (EFE).- La American Society of Mexico (Amsoc), que reúne a empresarios estadounidenses en el país, manifestó este sábado su preocupación al Gobierno de Claudia Sheinbaum por los “pendientes” que Estados Unidos considera “grandes irritantes”, tras el anuncio de un posible arancel del 30 % a productos mexicanos a partir del 1 de agosto.
El presidente de Amsoc, Larry Rubin, expresó en un comunicado su deseo de colaborar para que la administración de Sheinbaum resuelva eficazmente estos temas, que en Washington ya no se perciben como menores. “Hoy, México no es solo un aliado más, es el socio más importante de Estados Unidos”, subrayó.
Esta mañana, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció nuevos aranceles del 30 % que entrarán en vigor el 1 de agosto. En una carta dirigida a Sheinbaum, Trump indicó que las tarifas podrían ser ajustadas según la relación bilateral, además de criticar al Gobierno por no controlar a los cárteles y el tráfico de drogas, especialmente el fentanilo.
Amsoc reiteró su intención de “colaborar activamente” con el Gobierno mexicano para establecer soluciones que refuercen la relación entre ambos países y evitar medidas que puedan perjudicarlos.
La agrupación también enfatizó la urgencia de fortalecer el Estado de derecho, dado el creciente número de robos a transportistas y empresas, junto con la actividad de grupos criminales y la falibilidad de las aduanas, lo que perjudica el comercio bilateral y la competitividad en la región.
Otro de los asuntos que más preocupa a los socios en Estados Unidos es la inclusión de México en la lista de observación prioritaria (Priority Watch List) por incumplimientos en el tratado comercial de Norteamérica (T-MEC) relacionados con la propiedad intelectual.
Particularmente, se destacó la falta de legislación sobre datos de prueba para farmacéuticos y agroquímicos, además de debilidades contra la piratería y la falta de transparencia en los procesos. A cinco años de la implementación del T-MEC, la aprobación de leyes esenciales aún está pendiente, lo que “transmite un mensaje de desinterés” por parte de México hacia sus compromisos internacionales.
Además, Amsoc advirtió que la instauración de nuevos requisitos y barreras para la inversión estadounidense en México envía una “señal equivocada” en un contexto lleno de “oportunidades históricas por el nearshoring”. “Las circunstancias han cambiado: temas que antes podían pasar desapercibidos son ahora monitorizados de cerca por las autoridades de Washington y el sector privado estadounidense”, concluyó Amsoc.
Ante el anuncio de Trump, el Gobierno de México reveló que ya está en conversaciones con su contrapartida estadounidense y calificó la posible aplicación de aranceles como “un trato injusto”.