Fuente de la imagen: Getty Images
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó: “Asestamos un golpe en el corazón del programa de armamento de Irán”, tras los ataques preventivos ejecutados por Israel la semana pasada, clarificando así los objetivos del conflicto que ha iniciado su país.
Irán sostiene que su programa nuclear es de naturaleza pacífica, aunque desde hace años Israel lo acusa de desarrollar armas nucleares de manera encubierta.
A la vez, Israel se mantiene en silencio respecto a la posesión de un arsenal nuclear, aunque se cree ampliamente que efectivamente lo posee.
Esta creencia se debe a las revelaciones de un individuo que expuso las operaciones secretas de Israel para convertirse en una potencia nuclear, un hecho que le costó 20 años de encarcelamiento.
Secretos del arsenal

Fuente de la imagen: AFP
Vanunu, un antiguo empleado del reactor nuclear de Dimona, laboró en esas instalaciones durante 9 años, hasta 1985. Antes de dejar su puesto, logró tomar fotos clandestinas de las instalaciones.
Las imágenes mostraban equipos para extraer material radiactivo utilizado en la producción de armamento y laboratorios de modelos de dispositivos termonucleares.
En 1986, se unió a un grupo antinuclear en Sídney, Australia, donde conoció a un periodista colombiano, Óscar Guerrero, quien lo convenció de que publicara las fotografías.
Denunciante o traidor

Fuente de la imagen: Getty Images
Hounam, el periodista del Sunday Times, recordaba su encuentro con Vanunu en Sídney, donde quedó sorprendido por la naturaleza del denunciante.
Después de dejar su trabajo, Vanunu decidió viajar por Asia, desencantado por las políticas de Israel hacia los palestinos y el desarrollo de armas nucleares.
Antes de su viaje, capturó fotos de la planta nuclear, incluyendo equipos relevantes para la producción de armamento. Esta decisión lo llevó a Londres y, posteriormente, a un encuentro con el Sunday Times, donde podría confirmar su testimonio.
Crónica de un secuestro

Fuente de la imagen: Reuters
Durante su traslado desde una prisión israelí, Vanunu escribió detalles sobre su secuestro en la palma de su mano, la cual mostró a los periodistas al pasar en la camioneta.
Reveló que en Londres, una agente del Mossad se había hecho amiga de él y que lo atrajo a Roma, donde finalmente fue secuestrado.
El juicio por traición y espionaje se llevó a cabo en 1987, resultando en una condena de 18 años, más de la mitad en aislamiento.
Un acuerdo secreto

Fuente de la imagen: Getty Images
Las revelaciones de Vanunu trajeron a luz la capacidad nuclear de Israel, que hasta ese momento era prácticamente desconocida, incluso para sus aliados más cercanos.
Se cree que el programa nuclear israelí se inició poco después de la fundación del Estado en 1948, con un acuerdo secreto con Francia para construir la planta de Dimona.
A pesar de la creencia de que Israel posee alrededor de 90 ojivas, mantiene una política de ambigüedad sobre su capacidad nuclear. Desde 1970, 191 países se han adherido al Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP), pero Israel nunca ha firmado este acuerdo.
Mientras que Vanunu es considerado un traidor en Israel, sus simpatizantes lo ven como un “héroe de la paz”. En su primera entrevista tras ser liberado, afirmó que no se arrepentía de sus acciones, definiéndolas como un acto de informar al mundo.