Durante su mensaje a los asistentes de la Segunda Conferencia Anual sobre Inteligencia Artificial, Ética y Gobierno Corporativo, que finaliza hoy en el Palacio Apostólico del Vaticano, el Papa hace un llamado a preservar la apertura humana hacia «la verdad y la belleza», cualidades que nos permiten «entender y procesar la realidad». Enfatiza que la verdadera «sabiduría» radica en reconocer el «verdadero sentido de la vida», más allá de la simple «disponibilidad de datos».
Edoardo Giribaldi – Ciudad del Vaticano
Inteligencia Artificial y «sabiduría auténtica»: no simplemente una acumulación de “datos”, sino una visión que permite captar «el verdadero sentido de la vida». Un intelecto que ninguna máquina puede replicar, un don que debe ser fortalecido también a través de las nuevas tecnologías: un «instrumento» al servicio del ser humano, como recalcó el Papa Francisco, capaz de abrir horizontes de descubrimientos beneficiosos en la ciencia y la medicina, y de impulsar una verdadera «igualdad». A condición, eso sí, de que no se empleen de forma «egoísta», lo que podría «generar conflicto y agresión». La IA —tanto por sus oportunidades como por sus riesgos— está en el centro del mensaje que el Papa León XIV dirigió a los asistentes en la Segunda Conferencia Anual sobre Inteligencia Artificial, Ética y Gobierno Corporativo. El simposio, que comenzó ayer, 19 de junio, concluye hoy, entre el Palazzo Piacentini de Roma, sede del Ministerio de Empresa y Made in Italy (MIM), y la Sala Regia del Palacio Apostólico del Vaticano.
El compromiso de la Iglesia con el desarrollo de la IA
La decisión de llevar a cabo el evento en el Vaticano representa para el Pontífice una «clara indicación» de la voluntad de la Iglesia de participar activamente en la reflexión sobre un asunto que incide directamente «en el presente y el futuro de la familia humana». Es «urgente», enfatiza León XIV, iniciar «reflexiones serias» y mantener «discusiones continuas» sobre la dimensión ética del desarrollo tecnológico, sin olvidar la necesidad de una gobernanza «responsable».
“Extraordinario potencial” y “profundos interrogantes”
Además del “extraordinario potencial” que las nuevas tecnologías ofrecen para el bienestar de la humanidad, el Papa insta a no evitar los “profundos interrogantes” que el rápido avance de la IA plantea, buscando un desarrollo verdaderamente “justo y humano”. La tecnología, recuerda León XIV citando a su predecesor Francisco, es primordialmente un «instrumento» que, por definición, remite a la inteligencia humana, de la cual procede y cuya fuerza ética depende de las «intenciones» de quienes la emplean.
La apertura humana a la verdad y a la belleza
El sentido humano y su «significado» es, por tanto, un concepto que se está perdiendo, como ya mencionó el Papa Francisco. León XIV invita, por el contrario, a redescubrir la «verdadera naturaleza» y la unicidad de nuestra «dignidad humana compartida». La IA, especialmente la IA generativa, ha abierto nuevos horizontes en múltiples niveles, incluida la mejora de la investigación en salud y los hallazgos científicos, pero también plantea cuestiones preocupantes sobre sus posibles repercusiones en la capacidad de la humanidad para acceder a la verdad y la belleza.
El impacto en las nuevas generaciones
Además, el Pontífice subrayó que la reflexión sobre las tecnologías emergentes no puede ignorar el impacto que estas tendrán en las generaciones futuras, que están cada vez más sumergidas en mundos digitales, con posibles efectos en su desarrollo «intelectual y neurológico». Nuestros jóvenes deben ser acompañados, no obstaculizados, en su camino hacia la madurez y la verdadera responsabilidad. Ellos son nuestra esperanza para el futuro y el bienestar de la sociedad depende de su capacidad para desarrollar los talentos y habilidades que Dios les ha otorgado.
“Sabiduría auténtica”
El acceso a una inmensa cantidad de información gracias a la IA es sin precedentes. No obstante, esta disponibilidad de datos no equivale a la verdadera “inteligencia”, que implica la apertura de la persona hacia las cuestiones más relevantes de la vida y refleja una inclinación hacia lo Verdadero y el Bien. En definitiva, la esperanza del Papa León es que cualquier decisión sobre la IA se tome en un contexto de «aprendizaje intergeneracional», que facilite a los jóvenes integrar la verdad en sus «vidas morales y espirituales», preparándolos para «decisiones maduras» en la construcción de un mundo más unido y solidario.