Revelaciones y Reacciones
(Desde Jerusalén, Israel) En el último almuerzo que Donald Trump mantuvo con Benjamín Netanyahu en la Casa Blanca, el expresidente anunció que había comenzado diálogos con Irán para anular su programa nuclear.
Preocupaciones de Netanyahu
El primer ministro israelí se mostró sorprendido por la decisión geopolítica de Washington, argumentando que podría impulsar a Irán a apresurar su enriquecimiento de uranio para fabricar armas nucleares.
Aseguraciones de Trump
Trump afirmó que lograría un acuerdo con el líder iraní Alí Khamenei, considerado un adversario acérrimo de Israel.
Preparaciones para la Operación “León Ascendente”
Desde aquel encuentro en abril de 2025, Netanyahu se enfocó en la operación “León ascendente”, que culminó en el reciente ataque preventivo de Israel en las últimas 40 horas.
Negociaciones Frustradas
Steve Witkoff, enviado especial de Trump, y el canciller iraní Abás Araqchi sostuvieron varias reuniones en Omán e Italia, pero los esfuerzos resultaron infructuosos. Estados Unidos proponía desmantelar el programa nuclear iraní, pero Khamenei rechazó la idea, aleccionado por el riesgo de perder su influencia en la región.
Impacto del Ataque Preventivo
En la madrugada del 13 de junio, Netanyahu dio órdenes para empezar el ataque contra Irán, lo que afectó gravemente el control del ayatollah Khamenei. Altos mandos militares y científicos estratégicos fueron eliminados, así como instalaciones de producción de drones y misiles que aún no fueron completamente destruidas.
Perspectivas de Tregua
Ante la magnitud del ataque israelí, Irán contempló la opción de un acuerdo temporal con Estados Unidos. Sin embargo, esa posibilidad se evaporó cuando Trump confirmó su conocimiento sobre la operación “León ascendente”. Ante esta situación, se descartó la reunión entre Estados Unidos e Irán en Omán, lo que brinda una ventaja estratégica a Israel, permitiendo a Netanyahu solicitar un mayor respaldo militar estadounidense para atacar el programa nuclear iraní.
Nuevas Estrategias Militares
En este contexto, Netanyahu se dirigirá a la Casa Blanca para solicitar apoyo militar específico, buscando la destrucción de las instalaciones nucleares en Natanz, Fordow e Isfahan. El Pentágono dispone de bombas de tamaño considerable, diseñadas para atacar objetivos subterráneos, que podrían reforzar la ofensiva comenzada por Israel.