LA SITUACIÓN DE LOS PLANES
Los proyectos deben ser pospuestos. El gobierno de Donald Trump ha puesto a México en el centro de una tormenta binacional, y actualmente no es el momento para la confrontación. Claudia Sheinbaum ha captado esta realidad al responder a las críticas de la secretaria de Seguridad Interior, Kristi Noem, lo cual evidencia su prudencia.
La funcionaria de la Casa Blanca, después de resaltar la colaboración de México en la lucha contra el narcotráfico, la migración y otros temas como el suministro de agua en la frontera, acusó a Sheinbaum de “alentarlas” protestas migrantes en territorio estadounidense. Ante esto, la Presidenta respondió que “es absolutamente falso” y llamó a la comunidad latina a manifestarse pacíficamente por sus derechos.
Este intercambio sugiere un peligroso escalamiento en las relaciones. En este contexto, es crucial que se actúe con calma, especialmente considerando que la situación se agrava con un aumento en las detenciones y repatriaciones de migrantes.
Funcionarios mexicanos han sido convocados a Palacio Nacional para diseñar una estrategia que defienda a ciudadanos y descendientes de mexicanos. Se planeó lanzar una campaña publicitaria en medios estadounidenses para informar sobre sus derechos laborales, civiles y humanos. Sin embargo, tras medir la reacción a una reciente campaña que incluso provocó cambios en la Constitución, este plan se suspende temporalmente.
La defensa se llevará a cabo únicamente a través de los consulados, proporcionando orientación práctica y, con recursos limitados, apoyo legal y económico. La disponibilidad de estos recursos dependerá del secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora.
Es urgente implementar un plan integral, dado que muchos miembros de la comunidad mexicana se encuentran en sus hogares y pronto tendrán que salir, especialmente ahora que se aproximan las temporadas de cosecha. Agentes como Kristi Noem y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) están al tanto de esta situación y tendrán más facilidad para localizar a trabajadores en los campos agrícolas. Surge la pregunta: ¿cómo manejar esto sin aumentar la tensión con Donald Trump?
