El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, comunicó el miércoles 11 de junio que el país adquirirá imanes y minerales raros de China a través de un nuevo pacto comercial, manteniendo aranceles sobre productos chinos en un 55 por ciento.
Como parte del acuerdo, Trump mencionó que Estados Unidos ofrecerá a China “lo que se acordó”, lo que incluye permitir que estudiantes chinos accedan a universidades y colegios en Estados Unidos.
Un informe de un grupo internacional de derechos, publicado horas antes, destacó la procedencia de minerales críticos de China y alertó sobre el riesgo de que varias marcas globales utilicen trabajo forzado debido a las materias primas o productos de la región de Xinjiang, al occidente de China.
Global Rights Compliance, con sede en Países Bajos, señaló que marcas como Avon, Walmart, Nescafé, Coca-Cola y Sherwin-Williams podrían estar relacionadas con el titanio de Xinjiang, donde se alega que el gobierno chino implementa prácticas laborales coercitivas contra los uigures musulmanes y otras minorías túrquicas.
Información sobre los minerales raros de China
El informe identifica a 77 proveedores chinos en las industrias de titanio, litio, berilio y magnesio que operan en Xinjiang. Advierte que estos proveedores pueden estar implicados en “programas de transferencia laboral”, donde los uigures son obligados a trabajar en fábricas como parte de una campaña de asimilación y detención masiva que ha estado en curso durante años.
Productos como pinturas comerciales, termos y componentes para las industrias aeroespacial, automotriz y de defensa pueden estar vinculados a minerales de Xinjiang, según señala el informe. Este documento enfatiza la necesidad de que las empresas revisen sus cadenas de suministro.
Mientras se presentó el informe, China y Estados Unidos, las dos economías más grandes del mundo, anunciaron un acuerdo para reanudar sus negociaciones comerciales tras una serie de disputas que amenazaron esta relación. El martes, ambos países concluyeron dos días de conversaciones en Londres, centradas en resolver desacuerdos sobre exportaciones de minerales y tecnología que han afectado la tregua comercial acordada en Ginebra el mes pasado.
El Ministerio chino de Exteriores, al ser preguntado sobre el informe, afirmó que “nunca se ha trasladado a nadie a la fuerza en Xinjiang bajo programas de trabajo”. Un portavoz del ministerio descalificó las acusaciones de trabajo forzado como mentiras fabricadas por fuerzas anti-China, instando a dejar de interferir en los asuntos internos del país y en la estabilidad de Xinjiang.