En México, se observa un marcado contraste entre la realidad actual, los pronósticos y las expectativas futuras.
La realidad señala una debilidad económica importante, visible desde el sexenio anterior.
Los pronósticos reflejan un estancamiento del crecimiento económico tanto para este como para el próximo año.
Se prevé que la desaceleración económica se prolongue en el tiempo.
Por otro lado, las expectativas muestran un optimismo creciente, impulsado por anuncios de inversión.
Entre los hechos más relevantes, se destaca el estancamiento económico.
Para 2025 y 2026, se estima que la tasa de crecimiento será inferior al 1%, lo que se sumará a seis años de gobierno lopezobradorista con crecimiento anual menor al 1% en todo el sexenio.
Los pronósticos tampoco son alentadores en cuanto al crecimiento económico, la creación de empleo, la inversión y el consumo.
Las nubes de incertidumbre y preocupaciones provienen no solo de la economía nacional y del escaso margen fiscal del gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
También influyen la incertidumbre generada por la Reforma Judicial y las decisiones arancelarias de Estados Unidos.
La política proteccionista de Donald Trump llevó a la OCDE a reducir su proyección de crecimiento mundial.
Se estima que México tendrá un crecimiento económico de solo 0.4%, posicionándose como la economía latinoamericana con menor crecimiento.
Los riesgos que enfrenta México por las políticas del gobierno estadounidense continúan acumulándose. Además de los aranceles, se suman impuestos a las remesas y redadas migratorias.
Estos son hechos y pronósticos que delinean la situación actual.
A pesar de ello, se están registrando anuncios que generan expectativas muy positivas sobre el futuro de México.
No son los 277,000 millones de dólares que el gobierno ha declarado como parte del Plan México, un portafolio de inversiones extranjeras y locales que abarca 2,000 proyectos futuros.
Desde el sexenio pasado, el gobierno comenzó a registrar estas inversiones a través de diferentes fuentes. Sería ideal que se concretaran.
Se incluyen anuncios realizados en conferencias matutinas y en Palacio Nacional, algunos de los cuales han sido reiterados, pero siguen siendo válidos.
En el CEO Dialogue de octubre de 2024, se confirmó una inversión de más de 20,000 millones de dólares para 2025, impulsada por empresas como Mexico Pacific, Royal Caribbean, Amazon y Woodside Energy.
Marcelo Ebrard, secretario de Economía, indicó que esta cifra podría superar los 30,000 millones de dólares en 2025, dependiendo del avance de otros proyectos.
Hasta el 31 de marzo de 2025, el sector privado ya había realizado 39 anuncios de inversión, con expectativas de más de 25,000 millones de dólares, aunque no se detallan todas las empresas involucradas.
Por otra parte, se están llevando a cabo anuncios de inversión desde el sector privado, fuera del enfoque oficial.
BBVA México, bajo la dirección de Eduardo Osuna, anunció una inversión de 100,000 millones de pesos para los próximos cinco años.
Recientemente, el Grupo Coppel también prometió una inversión de 80,000 millones de pesos para el próximo quinquenio.
Estos dos grupos están preparándose para un horizonte a largo plazo, mirando más allá de la situación actual en México y Estados Unidos.
Están invirtiendo en modernización, transformación tecnológica, digitalización e infraestructura física.
Ambas entidades operan con gran fuerza en México, y sus anuncios contrastan con la baja cifra de nueva inversión registrada en la Inversión Extranjera Directa divulgada recientemente.
La mayoría de los analistas concuerdan en que el tren del nearshoring pasó sin detenerse en México.
No obstante, hay quienes creen que, ante el cambio de paradigma impuesto por EU, México podría destacar por sus ventajas comparativas frente a otros países.
En días recientes, se informó que Michelin cerrará su planta en Querétaro. La razón oficial es que se volvió obsoleta y que las necesidades del mercado cambiaron. Lo relevante es que se trata de un activo menos.
Los hechos, pronósticos y expectativas muestran contrastes e incertidumbres en el momento presente.
Atisbos
La presidenta Claudia Sheinbaum confirmó su asistencia a la reunión del G-7, donde es probable que se reúna con el presidente de EU. Es una decisión acertada; la Jefa del Ejecutivo debería aprovechar esta plataforma internacional para dialogar directamente con el mandatario estadounidense.
