Con el objetivo de mantener a los jóvenes alejados de las drogas y ofrecerles un futuro más prometedor, el Museo Ámbar, en colaboración con el Ayuntamiento de Rosarito, otorgará becas a 3 mil estudiantes de educación básica para participar en programas de prevención de adicciones que se imparten en este centro interactivo.
Según Francisco Rubio Rangel, presidente del Patronato del Museo Ámbar, “la meta es equipar a los niños con herramientas que les permitan evitar caer en las adicciones y vivir de manera saludable. Los programas comienzan en quinto y sexto de primaria para que comprendan el impacto del consumo temprano en su cerebro, personalidad y vida cotidiana, buscando transformar poco a poco el tejido social de nuestra comunidad”.
Además de los alumnos, también se formará a 80 docentes a través de becas, quienes recibirán capacitación para identificar señales de alerta en sus alumnos que podrían indicar el consumo de drogas.
El Museo Ámbar lleva a cabo su labor de prevención mediante cuatro módulos. El primero se centra en ciencia y salud, donde los participantes interactúan con diversos personajes a través de una mini computadora llamada Teclado Integrador del Conocimiento (TIC), evaluando así su capacidad de trabajar en equipo y sus habilidades individuales de atención, pensamiento, aprendizaje y memoria.
El segundo módulo abarca el cerebro y cuerpo humano, donde se presentan historias que reflejan situaciones cotidianas para los niños, explicando la estructura del cerebro y su relación con la salud general.
En el tercer módulo, se abordan las adicciones. Con la ayuda de los personajes de los módulos anteriores, se explica creativamente a los jóvenes cómo las drogas afectan su cerebro y, por ende, su desarrollo cognitivo y social, así como las repercusiones a corto, mediano y largo plazo del consumo.
El último módulo se enfoca en prevención, ofreciendo ejercicios prácticos para que los niños y adolescentes puedan tomar decisiones correctas y expresen sus emociones adecuadamente, evitando así recurrir a las drogas.
Rubio Rangel también destacó que el museo busca contrarrestar la deserción escolar, que afecta hasta un 36 por ciento de los jóvenes que abandonan sus estudios por problemas económicos. Para ello, establecen colaboraciones con la Universidad Tecnológica de Tijuana (UTT) y diversas cámaras empresariales que pueden ofrecer oportunidades laborales que ayuden a asegurar un mejor futuro para estos jóvenes.
“Hemos identificado, en cooperación con la UTT y algunas cámaras empresariales, las principales fuentes de empleo bien remuneradas en la región, que podrían ofrecer a los jóvenes una vida digna y romper el ciclo vicioso que los lleva a dejar la escuela en busca de ingresos inmediatos”, mencionó el presidente del patronato.
A pesar de su apertura, el museo actualmente opera al 40 por ciento de su capacidad y se espera que inicie operaciones al 100 por ciento con el próximo ciclo escolar. Es importante señalar que en 2019, el museo cerró debido a la pandemia de Covid-19 y a la reducción de fondos para este tipo de proyectos bajo la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador. La instalación sufrió actos de vandalismo, y se han realizado trabajos de remodelación que aún continúan.
En mayo de 2024, el centro interactivo reanudó actividades de forma intermitente en preparación para recibir estudiantes de escuelas públicas y privadas de la Zona Metropolitana por el mes de junio, pero su apertura total se ha postergado. Se prevé que para el siguiente ciclo escolar arranquen en su totalidad, comenzando con 200 jóvenes hijos de policías municipales de Rosarito.
