Baja California es reconocida como la cuna de la cerveza artesanal en México. Desde la época de la Ley Seca en 1920 hasta su notable auge actual, el estado ha sido fundamental en el desarrollo de cervezas que mezclan tradición, innovación y sabores locales.
La historia de la cerveza artesanal en Baja California comienza en un contexto histórico que transformó el país: la Ley Seca en Estados Unidos en los años 20. Ante la prohibición de producir y consumir alcohol al norte de la frontera, muchos estadounidenses cruzaron a México en busca de bebidas fermentadas. En ese momento, los residentes de Baja California vieron una oportunidad y comenzaron a elaborar cerveza, lo que marcó el inicio de una industria en constante evolución.
En 1921, en Mexicali, surgió la Azteca Brewing Company, considerada la primera cervecera artesanal de la región. Dos años más tarde, en 1923, la Cervecería Mexicali continuó esa tradición, iniciando una producción que se expandiría a lo largo del estado. No obstante, con el tiempo y el crecimiento de grandes corporaciones cerveceras, la actividad artesanal se desvaneció durante gran parte del siglo XX.
Fue a partir del año 2000 cuando las cosas comenzaron a cambiar nuevamente, con el establecimiento de la Cervecería Tijuana, que sentó las bases para una nueva generación de cerveceros independientes. A pesar de los desafíos impuestos por los contratos exclusivos entre bares y grandes marcas, la escena cervecera no se detuvo. En 2003, apareció Cervecería Cucapá, y en 2005 se celebró el primer festival cervecero en Tijuana: el TJ Beer Fest, que unió a la comunidad cervecera del estado y dio origen a eventos como el Baja Beer Fest y la Expo Cerveza Artesanal.
Baja California se posiciona hoy como la capital nacional de la cerveza artesanal, con más de 200 cervecerías registradas y al menos 78 microproductores reconocidos. Según cifras de asociaciones locales, el estado representa alrededor del 30% de la producción artesanal del país, ofreciendo al menos 339 estilos diferentes que lo convierten en un laboratorio de sabores, aromas y texturas únicas.
Lo que hace especiales a estas cervezas no es solo su sabor, sino también la atención cuidada en su producción. Las cervezas artesanales siguen procesos tradicionales y recetas exclusivas, muchas de las cuales están influenciadas por la Ley de Pureza Alemana, que estipula como ingredientes básicos el agua, la malta, el lúpulo y la levadura. Sin embargo, en Baja California se ha innovado al experimentar con ingredientes locales como damiana, higos y dátiles, añadiendo un toque regional a sus productos.
El movimiento cervecero de Baja California continúa en constante evolución, con nuevos emprendedores sumándose al sector cada año. Festivales y eventos, como el Baja Beer Fest y la Expo Cerveza Artesanal, se han convertido en espacios de encuentro donde productores, catadores y aficionados pueden compartir experiencias y celebrar su pasión por esta bebida.
