El presidente Donald Trump afirmó este lunes que un grupo de afrikáneres blancos que serán reubicados en Estados Unidos escapa de una “situación terrible” en Sudáfrica, a pesar de que el gobierno sudafricano niega cualquier persecución hacia ellos.
Tras su retorno al poder en enero, Trump restrictó la admisión de refugiados como parte de su represión migratoria, pero hizo una excepción para un primer contingente de 49 sudafricanos blancos que está programado para llegar hoy a Estados Unidos.
Trump describió la situación de los afrikáneres en Sudáfrica como “terrible,” llegando incluso a referirse a ella como “genocidio”. “Hemos ampliado la ciudadanía para que puedan escapar de esa violencia y venir aquí”, comentó.
Los reasentados son blancos, pero según Trump, “si son blancos o negros para mí no importa”. Sin embargo, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, desestimó las afirmaciones sobre persecución y aseguró haber informado a Trump que tales comentarios son “falsos”.
Ramaphosa explicó que un refugiado es alguien que debe abandonar su país por temor a persecución política, religiosa o económica, aclarando que los afrikáneres no encajan en esa definición.
El ministro de Relaciones Exteriores de Sudáfrica, Ronald Lamola, también refutó la idea de que los afrikáneres sufran ataques o asesinatos, afirmando que la mayoría de las víctimas en el país son hombres jóvenes negros en áreas urbanas, según estadísticas oficiales.
El autor afrikáner Max du Preez considera “absurdo” que se les asigne el estatus de víctimas a los blancos en Sudáfrica. Comentó que los afrikáneres que han decidido huir probablemente lo hacen motivados por razones económicas o por su descontento en una sociedad post-apartheid en la que ya no tienen el control.
