Madrid. El apagón que afectó a España, Portugal y el sur de Francia ha generado inquietud. El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, destacó que esta situación ha sido prioritaria en la agenda nacional y se pronunció al respecto con fuerza.
Después de que miles de personas tuvieran que pasar la noche en refugios improvisados, así como en aeropuertos y estaciones de tren en todo el país, se ha descartado la posibilidad de un “ciberataque” o “ciberterrorismo”, que habían sido algunas de las especulaciones emergentes tras el dramático suceso de ayer. La principal hipótesis apunta a un fallo en la infraestructura energética.
Aproximadamente dos segundos y medio después del incidente, se reportó una reducción brusca en las frecuencias del sistema eléctrico, provocando así una crisis en el suministro en nuestro territorio. Las autoridades están investigando detalladamente los acontecimientos que llevaron a esta situación.
Los electricistas y los operarios del sistema están trabajando arduamente para esclarecer lo sucedido en esos momentos críticos que causaron el colapso del sistema. Sánchez aseguró que comprendemos la importancia de conocer la razón detrás de esos cinco segundos que llevaron al fallo generalizado.
La situación ha resaltado la fragilidad de la infraestructura eléctrica en el país y la necesidad de revisar los protocolos de seguridad energética. Esta crisis no solo afecta a España, sino también a nuestros vecinos europeos, que han estado siguiendo de cerca estos acontecimientos.
En medio de este panorama, la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) ha exhortado a que se tomen medidas urgentes. Se estima que esta crisis repercutirá en la actividad económica y el bienestar de más de 600 millones de ciudadanos europeos.
Las autoridades trabajan para restablecer el servicio y aseguran que se realizará un análisis completo para prevenir que incidentes similares ocurran en el futuro. La recuperación de la confianza en el sistema energético es esencial para todos los sectores afectados.
