Las provincias del país están atravesando un periodo prolongado de cambios, lo que ha afectado notablemente sus condiciones climáticas.
El clima puede clasificarse utilizando diferentes sistemas, como el de Köppen o el de Thornthwaite, además de otros métodos como el de Bergeron que se enfocan en los patrones de circulación atmosférica.
El cambio climático ha llevado a una redistribución de los patrones climáticos a nivel global, aunque los cambios pueden ser mínimos.
En este marco, la previsión del 24 de abril incluye temperaturas que alcanzarán un máximo de 19 grados, con una probabilidad de lluvia del 0% y una cobertura nubosa del 24%, mientras que los vientos alcanzarán los 39 kilómetros por hora.
Durante la noche, se espera que la temperatura descienda a 12 grados, con una posibilidad de precipitación del 25% y ráfagas de viento que llegarán hasta los 24 kilómetros por hora.

Tijuana, una de las ciudades más relevantes de California y un punto principal de encuentro, presenta características climáticas variadas. La temperatura promedio anual es de 17.5 grados y las costas son frías durante el verano y templadas en invierno, debido a su proximidad con el océano Pacífico.
Las lluvias son escasas, ocurriendo principalmente entre noviembre y abril, asociadas a frentes fríos o tormentas. En primavera, se experimenta el fenómeno conocido como “Santa Ana”, caracterizado por vientos fuertes y secos.

México es reconocido por tener una geografía diversa que influye en sus climas, desde cálidos y húmedos hasta templados. El país se encuentra dividido entre áreas tropicales y templadas, presentando variaciones significativas dentro de su territorio.
La temperatura promedio en el país es de 19 grados, aunque hay ciudades como Mexicali y Culiacán que experimentan temperaturas extremas. Por ejemplo, se ha registrado un máximo de 50 grados y un mínimo de -25 grados en San Luis Río Colorado, Sonora, el 27 de diciembre de 1997.
Los expertos advierten que el cambio climático está ocasionando un descenso en las precipitaciones anuales en el país, lo que afecta la agricultura y la ganadería debido a sequías o inundaciones recurrentes, así como un aumento en la frecuencia de eventos climáticos extremos.