Ciudad de México, México.- El 23 de abril en Michoacán se vivió una jornada marcada por la violencia, con acciones de grupos armados que se presume están vinculados al crimen organizado. Estas agresiones se reportaron en al menos seis regiones del estado.
Los enfrentamientos se registraron en lugares como Apatzingán, La Piedad, Zamora, Zacapu y Morelia. Además, la violencia también se extendió a Ocotlán, Jalisco, que limita con Michoacán.
Violencia en respuesta a operativos federales
Los actos de violencia parecen ser una respuesta a las operaciones que está llevando a cabo el gobierno federal para capturar a líderes del crimen organizado en la región, lo que ha repercutido en un aumento de la inseguridad.
El grupo delictivo se conforma por integrantes de un cartel que ha operado en la zona durante un prolongado periodo, provocando una sensación de temor entre la población.
Narcobloqueos y comercios incendiados
Aparte de los ataques armados, también se reportaron secuestros de vehículos de carga, así como camiones de empresas comerciales. Esto ha generado un impacto negativo en la actividad económica de la región.
Adicionalmente, se registraron bloqueos con vehículos incendiados en la carretera Morelos-México, cerca de Contepec, lo que agrava la situación de seguridad en la zona y complica el transporte público.
Impacto en la comunidad
Los residentes de las áreas afectadas, tales como Zamora, Zacapu, Apatzingán, La Piedad, y Morelia, enfrentan un clima de incertidumbre y temor, lo que ha llevado a muchas familias a reconsiderar su situación actual.
“La violencia ha aumentado en las comunidades, y los habitantes viven con miedo, lo que afecta su calidad de vida y su confianza en las autoridades.”
Preocupación en la población
La situación de violencia ha ocasionado que la población recapacite sobre la seguridad en la región. En lugares como Apatzingán, la situación se ha vuelto insostenible para los transportistas y comerciantes, lo que repercute en la economía local.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, muchos ciudadanos se sienten desprotegidos y preocupados por el futuro, lo que refleja la urgencia de una respuesta efectiva ante estas crisis de seguridad.