El área presenta circunstancias notables que no se limitan al ámbito público.
El 22 de abril, durante una visita en el contexto del Día de la Tierra, Lee Zeldin, administrador de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), inspeccionó la planta de tratamiento de aguas residuales en el Río Tijuana.
Durante las declaraciones a la prensa, Zeldin exigió al gobierno mexicano que implemente medidas efectivas para detener el vertido de millones de litros de aguas residuales.
Además, el administrador anunció que la EPA enviará a México una lista de residuos, apuntando que el progreso ha sido limitado debido a los vertidos.
También resaltó que los residentes de California se ven afectados debido a la falta de infraestructura adecuada para abordar la situación.
Zeldin mencionó que México debería operar la planta de San Antonio de los Buenos, con una inversión de 38 millones de dólares para tratar 800 litros por segundo, aunque reconoció que esto no es suficiente.
Uno de los compromisos es trabajar en conjunto con Estados Unidos para optimizar la planta de tratamiento en San Ysidro, lo cual aliviaría considerablemente el problema de aguas residuales que emanan del Río Tijuana.
El senador estadounidense Tim Sheehy también se unió a las críticas y envió una carta a la administración de Sheinbaum exigiendo que México detenga el vertido de aguas.
Sheehy alertó que esta “marea tóxica” ha cruzado la frontera durante décadas, afectando la calidad de las aguas donde entrenan las fuerzas especiales de la marina estadounidense.
Esto, según el político, está perjudicando a las tropas y afectando la dirección de las operaciones militares.
Finalmente, la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) informó que desde 2021 ha destinado 34 millones de dólares a la planta de tratamiento de aguas residuales en la Bahía de San Diego, como parte de los esfuerzos para mejorar la calidad del agua en la región transfronteriza.
