En un artículo del periódico suizo Neue Zürcher Zeitung, se comenta que, aunque el Papa Francisco no fue un reformista del calibre de Benedicto XVI, demostró su cercanía a los más necesitados. Un momento significativo fue cuando oró junto a una pareja que acababa de perder a su hija de cinco años, mostrando su esencia, su compasión y su conexión con la tierra y la humanidad.
Reformista en una Curia Restrictiva
El mencionado diario suizo destaca que la imagen del Papa Francisco, siempre dispuesto a implementar reformas pero constantemente frenado por la curia romana, no refleja plenamente que su enfoque fue más bien limitado. Las reformas que soñó no encontraron el respaldo necesario dentro de la estructura del Vaticano, y esto afectó su capacidad de llevar a cabo una transformación significativa en la Iglesia.
“Humildad y Benevolencia Universal”
Según un análisis sobre su papado, se señala que Francisco se apoyó en elementos universales que resonaban en sus mensajes, abogando por una mayor inclusión en la Iglesia. Sin embargo, a pesar de su deseo de empatizar, la realidad es que hay aspectos doctrinales que lo limitaron, como la negativa a permitir la comunión a algunas personas divorciadas y vueltas a casar, lo que ha generado controversias particularmente en países como Alemania, donde muchos católicos creen que el progreso moral es fundamental.
Perspectivas Diversas en la Iglesia
A pesar de que la visión del progreso moral de la Iglesia es predominante en continentes como Europa, hay una notable discrepancia entre las ideas de los católicos de diferentes regiones y la realidad de la curia, donde al menos una parte de los cardenales también tiene una perspectiva distinta en cuanto a la modernización de la Iglesia.
La Política en el Papado
Se concluye con la reflexión de que, aunque un papa puede parecer apolítico, en realidad siempre lleva consigo un componente político. Se sugiere que Francisco, al estar en una posición tan religiosa y espiritual, también se convirtió en un símbolo de una lucha interna por la dirección que debe tomar la Iglesia en cuestiones contemporáneas, incluyendo la migración y la paz, elementos esenciales que, desde una perspectiva pragmática, pueden parecer idealistas pero que están intrínsecamente conectados con el mensaje de no violencia y humanidad que él promovió.
(gg/ers)