Boston. La Universidad de Harvard ha decidido emprender acciones legales en respuesta a lo que considera un activismo inadecuado en su campus.
El presidente de Harvard expresó, “Hoy defendemos los valores que han hecho de la educación superior en Estados Unidos un referente global. Es fundamental que todas las universidades del país adopten y respeten sus responsabilidades legales”.
El gobierno de Trump envió una carta a Harvard solicitando cambios en sus políticas y acciones relacionadas con el financiamiento gubernamental y el liderazgo dentro de la universidad. Esta comunicación abordó preocupaciones sobre el papel de las universidades en una sociedad tan polarizada.
El abogado Alain Gerber aseguró que la universidad no cedería ante las demandas del gobierno. Poco después, el gobierno federal congeló miles de millones de dólares en financiamiento para la institución.
En el mencionado documento, se manifestaron preocupaciones sobre el antisemitismo y otros problemas relacionados con las ciencias y la tecnología, que podrían afectar el bienestar, el éxito y la seguridad de los Estados Unidos, además de su posición como líder en innovación global.
La carta, fechada el 11 de abril, amenazaba con tomar medidas para impedir que la universidad admitiera a estudiantes indeseados. En respuesta, Harvard afirmó que no cumpliría con estas restricciones, apoyándose en la Primera Enmienda de la Constitución.
Al día siguiente, Donald Trump publicó un mensaje en su red social, cuestionando si Harvard debería perder su estatus de exención fiscal. Para el gobierno, Harvard simboliza el primer gran obstáculo en su intento de implementar cambios en universidades que, según el Partido Republicano, se han convertido en focos de liberalismo y antisemitismo.