La Opinión Económica y Financiera de Corumna
Dr. Jorge A. Lera Mezia. La economía mexicana enfrenta serios desafíos hacia 2025, con un aumento persistente del desempleo, la pobreza y la desigualdad, situaciones que se han agravado debido a factores diversos.
En febrero de 2025, la tasa de desempleo en México alcanzó un 2.5%, con aproximadamente 1.5 millones de personas sin empleo. Sin embargo, estas cifras ocultan realidades estructurales preocupantes, como un 54.5% de informalidad laboral y un 6.3% de desocupación, lo que se traduce en 3.7 millones de personas sin trabajo. Además, el PIB sufrió una contracción trimestral del -0.6% en el cuarto trimestre de 2024.
En el estado de Tamaulipas, el desempleo llegó a 3.6% en enero de 2025, posicionándose en el tercer lugar a nivel nacional, mientras que el 39.4% de la población vive en pobreza multidimensional. La imposición de tarifas comerciales ha acelerado la crisis económica, resultando en la pérdida de 26,000 empleos formales solo en el primer trimestre de 2025. Los sectores más afectados incluyen el comercio con -12,000 empleos y el transporte con -8,000. La industria manufacturera apenas generó 64,000 nuevos puestos de trabajo, una cifra mínima histórica.
La combinación de factores como la contracción económica y el contexto global plantea serias amenazas que pueden profundizar la recesión técnica iniciada en 2024. Las desigualdades a nivel nacional son evidentes, como una brecha de género donde el 45% de las mujeres están fuera del mercado laboral, y disparidades territoriales que muestran un 10.6% de desocupación en el sector agrícola frente a un 44.1% en servicios.
En Tamaulipas, hay 263,191 personas en áreas urbanas que enfrentan carencias alimentarias, y el 21.2% de la población estatal no cuenta con acceso a seguridad social. En zonas rurales, se reportan hasta tres carencias sociales simultáneas. Para mitigar la crisis, son necesarias medidas inmediatas y organizadas que incluyen la protección del empleo formal, un posible subsidio temporal para los trabajadores afectados, y programas de recalificación laboral en sectores estratégicos.
También se proponen incentivos fiscales para empresas que mantengan sus nóminas, así como la expansión del programa “Transformando Tu Comunidad”, que busca beneficiar a 150,000 personas en Tamaulipas, donde la pobreza alcanza el 30%. Se plantean subsidios directos para trabajadores afectados y una reactivación industrial selectiva con garantías para los exportadores medianos y acuerdos sectoriales en áreas como la automotriz y agroindustrial.
Por último, el Programa Nacional de Formalización Laboral tiene como meta reducir la informalidad al 45% para 2026. Se busca otorgar créditos blandos a mujeres emprendedoras en municipios marginados y modernizar tecnológicamente el sector agropecuario. Sin embargo, los retos son significativos, como la presión inflacionaria causada por la devaluación del peso y las limitaciones fiscales por la caída en la recaudación. Según el Banco Mundial, reducir la pobreza al 13.4% para 2030 requerirá un crecimiento anual del 3%, un reto que la administración actual no parece estar abordando con determinación.