El efecto de una eventual salida de Estados Unidos del Fondo Monetario Internacional (FMI) sería “devastador”, ya que comprometería su posición como líder en el ámbito financiero global. Esto no solo impactaría negativamente en el prestigio y la influencia internacional del dólar en los mercados, según alertó Truman, exsubsecretario del Tesoro de EE.UU., en una columna publicada recientemente.
Truman señaló que la decisión de Trump de retirarse de acuerdos internacionales como el Acuerdo de París sobre cambio climático y el tratado de la Heritage Foundation de 2025 podría traer una disminución significativa en la colaboración internacional. En este contexto, la mejor alternativa sería que EE.UU. reformara su relación con el FMI y otros organismos financieros internacionales.
Según Truman, si EE.UU. se retira del FMI, perdería capacidad de influencia sobre políticas y operaciones financieras, lo cual afectaría el uso del dólar en transacciones globales.
En un análisis reciente, Truman enfatizó cómo la salida de EE.UU. del FMI podría debilitar el sistema financiero global y dar paso a que otras monedas, como el euro y el yuan chino, ganen terreno en el sistema financiero internacional. En este sentido, el dólar ha mantenido un papel predominante, utilizado comúnmente por los países que solicitan financiamiento del Fondo.

Truman también destacó que la salida tendría importantes implicaciones geopolíticas, ya que países en Europa y otras regiones buscarían apuntar al vacío de poder dejado por EE.UU. Esto reforzaría la influencia de naciones como China en la arena internacional.
El impacto no se limitaría al ámbito financiero; también se debilitaría la capacidad de EE.UU. para asistir financieramente a sus aliados, disminuyendo su influencia diplomática en el proceso. Asimismo, la salida del FMI llevaría a la pérdida del rol privilegiado de los bancos y entidades financieras de EE.UU., debilitando el dominio del dólar en las sanciones financieras y otros aspectos cruciales.
Por todas estas razones, el exfuncionario del Tesoro considera que la retirada de EE.UU. del FMI sería un error estratégico de gran magnitud, con desventajas que resultarían mucho más perjudiciales que cualquier beneficio esperado.