El presidente Donald Trump y el primer ministro británico, Keir Starmer, han estado trabajando juntos para alcanzar un consenso en torno a un pacto que promueva un comercio “libre y abierto”.
Las calles de la ciudad han presentado avances en este ámbito.
Londres ha sido uno de los numerosos países impactados por el establecimiento de impuestos, que han alcanzado un 10% en algunas importaciones, lo cual ha generado un efecto considerable.
A diferencia de otras naciones que han optado por implementar respuestas enérgicas, el Reino Unido ha mantenido su enfoque pragmático, priorizando la estabilidad económica en sus relaciones con la Casa Blanca.
En el marco de esta colaboración, el primer ministro ha estado en contacto con Washington, donde recientemente se llevó a cabo una reunión a la que asistieron ambas partes para discutir los aspectos bilaterales de la relación.

“El Reino Unido está colaborando con Estados Unidos en un acuerdo de prosperidad económica, fundamentado en nuestra sólida alianza y los intereses económicos compartidos”, destacó el ejecutivo británico.
Además, para fortalecer el vínculo, Starmer visitó la Casa Blanca en febrero y se anticipa la visita del líder republicano a Downing Street en septiembre.
Por su parte, la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, también se reunió con Trump para fomentar el consenso en diversos temas de relevancia, reafirmando su intención de avanzar en negociaciones comerciales.

“Confío en que podemos llegar a un acuerdo y estoy aquí para contribuir a ello. Se están llevando a cabo las negociaciones hasta este momento”, afirmó Meloni.
“Queremos dignificar a este gran país”, insistió, refiriéndose al lema de campaña “Make America Great Again” del empresario.
El presidente, por su parte, expresó con confianza que “habrá un acuerdo comercial justo para todas las partes involucradas”.
“Creo que no hay inconvenientes para alcanzar un acuerdo con Europa y con quien sea, porque tenemos algo que todos desean. Formemos parte de ello”, agregó.
(con información de efe)