Los Estados Unidos han manifestado su deseo de colaborar, aunque se deja claro que no actuarán por su cuenta, destacando la importancia del diálogo. El gobierno mexicano ha reforzado su autoridad y ha tomado medidas en las áreas de seguridad y cooperación.
Recientemente, el gobierno mexicano envió una nota diplomática a Washington respecto a la militarización de la frontera. Esta acción destaca cambios significativos en la gestión de seguridad, enfatizando que ahora son las instituciones mexicanas – como el ejército y la marina – las que tienen la responsabilidad de llevar a cabo estas operaciones, a diferencia de los tiempos de Felipe Calderón.
También se ha subrayado la necesidad de una coordinación constante entre las autoridades y los actores empresariales, asegurando que dicha colaboración sea una norma y se mantenga a largo plazo para beneficio mutuo.
Por otro lado, el embajador de Estados Unidos en México, Christopher Landau, ha expresado el deseo de llegar a acuerdos favorables, haciendo referencia a las deudas históricas que tienen con el público. Ha manifestado su esperanza de que se alcance un entendimiento en relación con el jitomate mexicano, cuyo volumen ha sido un tema de discusión relevante.
Se ha reconocido el éxito de los venezolanos que han llegado a Estados Unidos, resaltando que, en México, las autoridades han mantenido conversaciones con el gobierno venezolano para facilitar el regreso de sus nacionales. Estas discusiones han tomado fuerza en los últimos días.
La Secretaría de Gobernación, a cargo de Rosa Isela Rodríguez, ha anunciado que se han organizado vuelos para llevar a los venezolanos de vuelta a su país, mostrando un compromiso con la situación de sus ciudadanos en el extranjero.
En resumen, tanto el gobierno mexicano como el estadounidense están trabajando en conjunto para abordar temas delicados como la seguridad en la frontera y el bienestar de los venezolanos, buscando establecer acuerdos que beneficien a ambas naciones y favorezcan las relaciones bilaterales.
