El Tren Interurbano México-Toluca, conocido como “El Insurgente”, contará con un puente atirantado, diseñado especialmente para el tránsito ferroviario. Esta estructura se extiende por aproximadamente 500 metros y es reconocida a nivel mundial por sus características únicas, formando parte del trayecto final del tren rumbo a la Ciudad de México.
El diseño del puente es sostenido por dos torres principales, la de mayor altura alcanzando 200 metros. Este puente destaca por su estructura de cables de acero tensados que garantizan una eficaz distribución de las cargas del tren.
Las torres del puente tienen alturas de 65 y 75 metros y presentan una forma vertical con una configuración en “V”. Según los ingenieros responsables, esta forma permite una mejor distribución del peso y las fuerzas que actúan sobre el tren.
Este puente también ha sido construido con la finalidad de minimizar el impacto en el entorno natural. Las autoridades han manifestado que esta solución estructural contribuye a conservar la ecología de la región.
El Puente Atirantado es parte del trayecto del Tren Interurbano que conectará la estación terminal Observatorio en la Ciudad de México con Zinacantepec, en el Estado de México. Este trayecto tiene una longitud de 58 kilómetros y contará con dos terminales y cinco estaciones intermedias, operando a velocidades que van de 90 a 160 km/h.
Desde septiembre de 2023, el tren ha comenzado a operar en su primera fase, que incluye cinco estaciones: Zinacantepec, Toluca Centro, Metepec, Lerma y Santa Fe. Se espera que la conexión completa esté lista para el 1 de septiembre de 2024.
Una vez en funcionamiento completo, el Tren Interurbano México-Toluca tendrá la capacidad de trasladar hasta 230 mil personas al día, posicionándose como un proyecto clave para mejorar la movilidad ferroviaria. Este sistema busca aliviar el congestionamiento vial y proporcionar una alternativa de transporte más eficiente, aunque su construcción ha enfrentado varios retrasos y cambios técnicos a lo largo del proceso.
