Un ataque con misiles balísticos ha sido llevado a cabo contra la ciudad nororiental de Sumy, Ucrania, lo que ha generado condenas internacionales.
El enviado especial de Estados Unidos para Ucrania, el teniente general retirado Keith Kellogg, calificó el ataque como una agresión contra la población civil, afirmando que “cruza cualquier línea de decencia”. En redes sociales, Kellogg destacó: “Como exlíder militar, el ataque a objetivos militares es inaceptable. Hay decenas de civiles muertos y heridos”.
Desde el Reino Unido, el Primer Ministro Keir Starmer expresó su horror ante los ataques y mostró su solidaridad con las víctimas. “Estoy horrorizado por los horribles actos contra civiles en Sumy. Mis condolencias van para las víctimas y sus seres queridos”, expresó, añadiendo que Vladimir Putin debe declarar “un alto el fuego inmediato y sin condiciones, como ha solicitado Ucrania”.

Imágenes de la devastación en el centro de Sumy muestran los estragos ocasionados por los misiles rusos, que han causado numerosas muertes y han dejado a muchos más civiles heridos.
En Francia, el presidente Emmanuel Macron denunció el ataque como una muestra de desprecio hacia la vida humana y el derecho internacional. Subrayó la necesidad de “medidas contundentes para imponer un alto el fuego a Rusia”, añadiendo que es fundamental buscar la paz mediante el establecimiento de un acuerdo que detenga la hostilidad.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, exigió una respuesta contundente contra Rusia, afirmando que “la paz es imposible mientras se le haga concesiones”. “Debemos tratar a Rusia como se merece: como un terrorista”, sentenció.

El ataque también provocó reacciones en Washington, donde se discute la necesidad de un alto el fuego. Las naciones occidentales han mostrado un apoyo unánime hacia Ucrania, mientras las conversaciones en la comunidad internacional continúan para tratar de encontrar una solución a la crisis. Sin embargo, Rusia ha rechazado varias propuestas de alto el fuego y mantiene su postura agresiva en la región.
Recientemente, Kiev había aceptado una propuesta de alto el fuego por varios días, pero Moscú ha desestimado dicha iniciativa. La relación entre Rusia y Estados Unidos sigue tensa, con el Kremlin advirtiendo que no deben subestimarse las capacidades ucranianas.