Algunos comerciantes consideran que la contaminación no es un obstáculo, y a pesar de ello, los visitantes siguen llegando.
Tijuana.- Por segundo año consecutivo, la Federación para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha advertido sobre la contaminación en playas de Tijuana. A pesar de estas alertas, bañistas, turistas y comerciantes continúan visitando la playa, especialmente en las cercanías del muro fronterizo. Tal es el caso de Alejandra y su hijo Alejandro, quienes llegaron desde el fraccionamiento Villas del Campo para disfrutar del mar.
“Los peligros son notables, pero el letrero que prohíbe el acceso no detiene a la gente”, expresó Alejandra. Su preocupación es compartida: “Está bien, pero a la vez está mal. Si está contaminado, puede hacer daño y enfermarte”.
En cuanto a los comerciantes, Mario Ramírez, que lleva 10 años vendiendo botanas en la playa, comentó que la contaminación no afecta sus ventas. “Las playas siempre han estado contaminadas, pero para la gente de escasos recursos, esto no es algo que les preocupe. Vienen a disfrutar”, afirmó.
Por otro lado, María del Carmen Gómez, quien inició hace una semana a vender recuerdos de Tijuana, se mostró sorprendida por la gran cantidad de turistas que ha recibido. “Hay bastante turismo, aunque las playas todavía no estén aptas. La gente viene a tomarse fotos y quiere un recuerdo”, indicó. “Verlo como algo ameno, pues aquí estoy disfrutando, aunque nunca me metería al mar”, agregó.
Se estima que alrededor de 2000 personas se encuentran en la zona, según la Secretaría de Desarrollo Económico de Tijuana (Sedeti), que ha identificado un número significativo de comerciantes en el área. “Hemos estado en contacto con los comerciantes para buscar mecanismos que les apoyen”, mencionó un portavoz del sector.
La realidad es que, a pesar de las alertas sobre la contaminación, el turismo se mantiene activo en las playas de Tijuana. La situación actual ha llevado a muchos a experimentar la playa de otras maneras, disfrutando del ambiente sin entrar al agua.
Es indiscutible que existe gran afluencia de visitantes, a pesar de las condiciones que rodean el acceso a las playas. Este fenómeno refleja el interés de las personas por disfrutar del entorno, incluso en medio de advertencias sobre la salud.