Las dificultades entre México y Estados Unidos han escalado debido al vertido de aguas residuales. Según los informes de la Junta de Supervisores del Condado de San Diego, México tiene planes de descargar más de 1,500 litros de aguas contaminadas en territorio estadounidense, lo que está generando preocupaciones sobre la salud pública en la región.
Al mismo tiempo, pocos recuerdan un acuerdo binacional firmado en 2023, que buscaba abordar la situación aunque su implementación no se prevé hasta 2026. Esta situación ha alimentado una creciente crisis sanitaria en el estado de California.
El supervisor Jim Desmond calificó la situación como alarmante y advirtió sobre las consecuencias de que México continúe vertiendo millones de aguas residuales sin tratar en Estados Unidos. Desmond afirmó que las costas estadounidenses se han convertido en un “vertedero” para las aguas contaminadas provenientes de Tijuana.
“Esto es increíble; estamos viviendo en unEstado que se ha convertido en un lugar de desecho,” dijo Desmond al comentar sobre el impacto de las descargas en la calidad de vida de los residentes en la región.
De acuerdo con Fox News, las playas del Condado de San Diego han enfrentado cierres prolongados, algunos durante más de un año, como ha ocurrido en Imperial Beach. Además, las prácticas de entrenamiento de los Navy Seals, que se realizan cerca del cauce del río Tijuana, también han sido afectadas por la contaminación de aguas tòxicas, lo que ha reportado problemas de salud para los residentes de la zona.

Las repercusiones son significativas y afectan a la salud pública y la seguridad nacional. “Es imperativo que se implemente un mejor sistema de tratamiento de aguas antes de que las aguas residuales lleguen a Tijuana,” sugirió un funcionario que incluso sugirió que el gobierno mexicano debería restringir las visas como medida de presión.
Acciones entre México y Estados Unidos
Aunque las quejas han aumentado por parte de funcionarios de ambos países, no todo es pasividad. Según información de La Jornada, en 2023 se firmó un acuerdo entre ambos países para procesar 25 millones de galones diarios (94.5 millones de litros) de aguas residuales vertidas por Tijuana. Sin embargo, la implementación del plan no está prevista hasta 2026, lo que significa que el flujo de aguas residuales sin tratar podría prolongarse.
Este acuerdo fue motivado por el cierre de playas durante 582 días consecutivos, lo que llevó a los 18 alcaldes del Condado de San Diego a enviar una carta al gobernador Gavin Newsom solicitando una declaración de emergencia.
Problemas de infraestructura y crecimiento urbano desmesurado
Gran parte de la problemática radica en el crecimiento descontrolado de Tijuana. De acuerdo a La Jornada, el auge inmobiliario ha incrementado la carga de desagües, creciendo un 1.7% anual, mientras que la infraestructura correspondiente ha pasado por un rezago del 12% hasta 2020. Esto ha dejado a la ciudad incapaz de manejar adecuadamente sus aguas residuales.


Las autoridades están al tanto de la situación, y aunque la ley exige medir los niveles de enterococos una vez al mes, durante los primeros cuatro meses de 2023 solo se realizaron dos estudios, según La Jornada. Montserrat Caballero, quien es responsable de estas evaluaciones, ha sido criticada por la falta de acción ante el problema.
El problema más crítico ocurrió en 2017, cuando lluvias atípicas colapsaron un colector en Tijuana, lo que resultó en una inundación que no fue informada oportunamente a las autoridades estadounidenses.
Demandas y sanciones
Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han realizado declaraciones públicas sobre las quejas recientes. Mientras tanto, Lee Zeldin, administrador de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA), anunció que visitará la zona fronteriza en las próximas semanas para abordar esta situación.
“México debe aplicar soluciones urgentes para poner fin a la década de influencia negativa de sus aguas residuales,” afirmó Zeldin al justificar la intervención de su agencia en el tema.