Stellantis, el fabricante automotriz propietario de marcas como Jeep y Ram, ha tomado la decisión de recortar su fuerza laboral en Estados Unidos debido a los aranceles impuestos durante la administración del expresidente Donald Trump. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, confirmó que la pausa en las operaciones de la planta de Stellantis en Toluca se verá impactada por esta situación.
Durante la conferencia matutina, Sheinbaum afirmó que la planta de Stellantis en Toluca es vital, ya que es responsable de la producción de modelos como el Jeep Compass y el Wagoneer. La presidenta destacó que esta instalación es uno de los pilares de la industria automotriz en el país.
Antonio Filosa, representante de Stellantis en Norteamérica, comunicó que la suspensión de la producción está relacionada con los efectos de los aranceles de la administración Trump. Filosa también señaló que la empresa está evaluando las repercusiones a medio y largo plazo de estos aranceles en sus operaciones y ha tomado medidas inmediatas, incluidas pausas en la producción en Canadá.
La planta de Stellantis en Toluca es una de las múltiples instalaciones de la empresa en América del Norte, otras de las cuales se encuentran en lugares como Windsor, donde se produce el Chrysler Pacifica y el Dodge Charger Daytona eléctricos. Se prevé que alrededor de 4,500 trabajadores serán despedidos durante un período de dos semanas a partir del lunes.
Las tensiones provocadas por los aranceles de Trump han tenido un impacto significativo en el rendimiento de los fabricantes de automóviles en Estados Unidos, llevando a un aumento en las ventas de compañías como General Motors, que reportó un incremento del 16.7%. Otros fabricantes como Ford, Toyota y Honda también han reportado aumentos en sus ventas durante este periodo.
En contexto, los aranceles impuestos han representado un desafío considerable para la industria automotriz, obligando a las compañías a realizar ajustes estratégicos en sus operaciones. Esta dinámica se refleja en las decisiones recientes de recortes laborales y ajustes en las líneas de producción.
Mientras tanto, el panorama para la industria automotriz en México continúa siendo un tema central, dado su impacto en la economía nacional y el empleo. Las decisiones de empresas como Stellantis serán vigiladas de cerca, ya que podrían influir en el futuro de la fabricación automotriz en el país.