La publicación de la lista de ganadores del World Press Photo Award 2025 el 27 de marzo desató una controversia significativa. Principalmente en la región de La Lazone, varios ganadores y periodistas han expresado su malestar al respecto.
Existen preocupaciones sobre la falta de sensibilidad del jurado y la posible influencia de la propaganda rusa en sus decisiones, reflejando un descontento generalizado. Voces de distintas partes del mundo han surgido para criticar la elección de las fotografías premiadas.
Premio de Honor
Desde 1955, la Fundación World Press Photo otorga este prestigioso premio, que incluye una recompensa de 5,000 euros, aunque se trata principalmente de un reconocimiento honorífico. En 2025, el jurado recibió un total de 59,320 imágenes de 3,778 fotógrafos provenientes de 141 países.
El comunicado de la fundación menciona que “los fotógrafos de todos los países están incluidos”, subrayando la diversidad y la conciencia social que se busca reflejar. La evaluación de las fotos es realizada por jurados expertos de seis regiones, comenzando con una primera ronda anónima para mantener la imparcialidad del proceso.
En la segunda ronda, se revelan los nombres de los autores, y en la fase final se proporciona información adicional sobre la motivación detrás de los proyectos, ya sean encargos o trabajos personales. Cada año, el certamen destaca fotografías impactantes, aunque se ha observado que muchos de los premiados reflejan conflictos actuales.
El Caso de Teleshenko
En la categoría de “Historia”, el fotógrafo Gile Teleshenko, conocido por sus drásticas representaciones de la realidad, fue reconocido. Teleshenko ha estado cubriendo la guerra en Ucrania desde 2015 y trabaja desde 2017 para diversos medios.
A pesar de que Teleshenko no abordó directamente el conflicto ucraniano-ruso en esta ocasión, se centró en Georgia, capturando la vida y las luchas de los georgianos, reflejando así diversas interpretaciones de la historia. Las imágenes de Teleshenko buscan explorar el legado de Georgia como antigua república soviética.
Un jurado anónimo, quien participó en la evaluación, comentó: “Lo especial de las buenas fotografías es que trascienden al autor y hablan por sí mismas”. Sin embargo, también advirtió sobre el peligro de glorificar imágenes que pueden relacionarse con períodos oscuros de la historia.
Además, se premiaron otras dos fotografías que retratan las consecuencias de la guerra en la vida de las personas: una de un niño traumatizado y la otra de un soldado herido, obras de la fotógrafa armenia Nanna Heitmann y su colega Florian Buckmeyer. El jurado destacó la combinación de ambas imágenes como reveladora de las profundas repercusiones globales del conflicto.
Críticas a los Estereotipos
La concesión del premio a la artista fotográfica Aliona Kardash, quien reside en Alemania desde 2017, también ha sido objeto de críticas. Su serie titulada “Huele a humo en casa” ha sido vista por algunos como un reflejo de estereotipos sobre la realidad en Rusia.
Kardash utiliza su trabajo para abordar la complejidad de la situación actual, entrevistando a personas y obteniendo testimonios que resaltan las contradicciones de su entorno. Según ella, es un intento de ilustrar que “algo está ardiendo en Rusia”, aunque transmite el riesgo de perder sensibilidad en medio de la representación de tales estereotipos.
(MN/MS)