La ruta 20, conocida informalmente como “El Gran Padre” o “El Camino de Oregón”, es una carretera que recorre los Estados Unidos de costa a costa. Comienza en la costa del Pacífico en Newport, Oregón, y termina en el corazón histórico de Boston, Massachusetts. Esta carretera es un elemento significativo de la cultura y la historia americana, ofreciendo a los viajeros un recorrido a través de maravillas naturales y sitios emblemáticos.
A lo largo de su trayecto, la ruta 20 ha sido testigo de una rica herencia y una variedad de culturas. Muchos visitantes la exploran para revivir la historia y apreciar los numerosos puntos de interés que alberga.
Si bien la ruta 66, conocida como “la calle principal de América”, es famosa, solo abarca ocho estados, desde Chicago a Santa Mónica, atravesando Illinois, Missouri, Kansas, Oklahoma, Texas, Nuevo México, Arizona y California. En cambio, la ruta 20 se extiende de este a oeste, proporcionando un recorrido más amplio.

El inicio de la ruta 20 se sitúa en Newport, Oregón, una ciudad costera famosa por sus acantilados y el emblemático faro Yaquina Head de 28 metros de altura. Este punto de partida ofrece a los visitantes una vista espectacular del océano y un ambiente único.
Desde Newport, la carretera atraviesa la cordillera central de Oregón y los montes Cascade, llegando a paisajes desérticos como los Badlands de Oregón, donde se pueden ver flujos de lava solidificada. Este recorrido invita a la exploración de áreas naturales, como las cascadas, que son consideradas “absolutamente mágicas”.

A continuación, la ruta 20 se adentra en Idaho, pasando por Boise y atravesando paisajes lunares como los Craters of the Moon National Monument. Aquí se encuentra el Museo de la Papa, que rinde homenaje a esta importante industria agrícola y ofrece un espacio para recordar los ecosistemas únicos de la región.
La ruta toca un pequeño tramo de Montana antes de ingresar a Yellowstone. En este parque, la 20 se convierte en un punto de acceso popular hacia diversas rutas dentro del área. Los visitantes pueden apreciar la fauna de Yellowstone, incluidos bisontes y ciervos, en su hábitat natural, lo que convierte a esta experiencia en algo memorable.

Al salir de Yellowstone, la ruta continúa en Wyoming, donde se ubica el National Historic Trails Interpretive Center en Casper. Este centro ofrece una mirada profunda a la historia de los caminos históricos que han definido la cultura americana.
Después de un breve paso por Nebraska, la carretera se convierte en una serie de paradas interesantes, incluyendo Carhenge en Alliance, una instalación artística que imita Stonehenge pero con automóviles. Posteriormente, los viajeros cruzan las arena de las colinas de Nebraska, conocidas como los Sandhills, y el escénico río Niobrara.

Al llegar a Iowa, la ruta 20 incluye paradas que recuerdan la historia del cine, como el famoso campo de béisbol de “Field of Dreams”, que se ha convertido en un lugar de peregrinación para los fanáticos del cine. Poco después, el recorrido cruza el río Misisipi, ingresando al estado de Illinois y su emblemática ciudad, Chicago, donde la gastronomía local incluye los famosos hot dogs, imprescindibles en la experiencia culinaria urbana.
A medida que la ruta bordea el lago Michigan, ofrece vistas privilegiadas del faro y el muelle de Michigan City, constituyendo un bello tramo final del viaje.

Al entrar en Pensilvania, la ruta 20 se dirige hacia Nueva York, atravesando la región de los Finger Lakes, conocida por sus cascadas y paisajes pintorescos. Aquí, los visitantes pueden disfrutar de degustaciones de vinos locales, visitar el Museo del Jell-O y explorar el salón de la fama del béisbol en Cooperstown, todos destinos obligatorios para los amantes de la cultura.
Finalmente, la ruta culmina en la ciudad de Boston, la capital de Massachusetts, un lugar con un rico legado colonial fusionado con una gastronomía de calidad excepcional.

La ruta 20 no solo es un camino, sino una experiencia significativa que refleja la riqueza cultural y natural de Estados Unidos. Además, sus condiciones climáticas son favorables durante gran parte del año, lo que permite disfrutar de festivales y eventos locales que realzan la travesía.