El Gobierno de Estados Unidos decidió aplicar aranceles sobre productos provenientes de las Islas Heard y McDonald.
Según el Secretario de Comercio, Howard Lutnick, en una reciente entrevista, esta acción tiene como objetivo remediar vacíos legales en el comercio internacional y evitar que otras naciones utilicen estas islas en beneficio propio.
Es importante señalar que la controversia sobre las islas ha atraído la atención de mucha gente, generando bastante información a su alrededor.

El ministro de Comercio de Australia, Don Farrell, calificó la medida como un error, en declaraciones recogidas por el medio ABC.
Durante la misma entrevista, el presidente resaltó la necesidad de “solucionar los problemas de suministros”, enfatizando que es crucial la producción de barcos, acero y aluminio para asegurar la grandeza de Estados Unidos.
Las Islas Heard y McDonald son consideradas patrimonios de la humanidad, según la UNESCO, y su valor de conservación es evidente.
La isla McDonald, más pequeña en comparación, está rodeada de numerosas rocas e islotes menores.

Se informó que estas islas y la producción de vainilla fueron gravadas por Estados Unidos en el último año.
John Denton, director de la Cámara de Comercio Internacional, señaló en una entrevista que las pérdidas afectarán a países en África y el sudeste asiático.
Por otro lado, la Isla Norfolk, que tiene una población de poco más de 2,100 habitantes, también se vio afectada por el aumento del 29% en los aranceles, de acuerdo con reportes de CBS News.
Anthony Albanese, primer ministro de Australia, expresó que no comprenden totalmente las razones de esta decisión por parte de Estados Unidos, añadiendo que la Isla Norfolk no es una competidora relevante para la potente economía estadounidense.