El Gobierno de Estados Unidos ha decidido conservar el arancel del 25% a las importaciones de México y Canadá en productos de acero y aluminio, que contienen un porcentaje considerable de material estadounidense.
Por otro lado, el Primer Ministro Canadiense, Mark Carney, anunció la imposición de un arancel del 25% a las importaciones de vehículos que no cumplan con ciertos requisitos. Esta medida forma parte de un conjunto de decisiones que refleja una postura más estricta hacia el comercio internacional.
Asimismo, se ha mencionado que se continúan llevando a cabo negociaciones sobre los aranceles a los productos de acero y aluminio. Según informes de la Secretaría de Economía, el 85% de las exportaciones están exentas de este arancel del 25%.
El jueves 3 de abril, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presentó un plan que incluye 18 programas destinados a fortalecer la soberanía alimentaria en México. Las iniciativas están enfocados en aumentar la producción de maíz blanco, frijol, leche y arroz, así como mejorar la autosuficiencia energética mediante la producción de al menos el 30% del combustible necesario, como gasolina y diésel, y reducir la importación de gas natural.
La estrategia también contempla acelerar la licitación de 37 proyectos estratégicos relacionados con el agua y los aeropuertos del país, así como con la producción nacional de medicamentos y equipos médicos, entre otros sectores.
Adicionalmente, se prevé aumentar el financiamiento a micro, pequeñas y medianas empresas, con el objetivo de crear al menos 100,000 empleos a través de ferias de empleo y bolsas de trabajo. A pesar de estos anuncios, los reportes del Instituto Mexicano del Seguro Social indican que solamente se han creado 34,179 nuevos empleos en marzo, la cifra más baja para ese mes desde 2010.
Finalmente, los pronósticos económicos son preocupantes. Especialistas advierten que podría presentarse una recesión, ya que Hacienda estima un crecimiento del 0.6% para este año, lo que contrasta con las expectativas de muchos analistas. Tras la imposición de aranceles por parte de Trump, las reacciones de las empresas no tardaron en llegar, y algunas han comenzado a realizar despidos significativos en respuesta a la presión económica.