El Presidente de Taiwán, William Lai, anunció este domingo que su gobierno no implementará el impuesto del 32% establecido por Estados Unidos, durante la administración de Donald Trump, sobre las importaciones provenientes de la isla.
Lai destacó que su administración se centra en mantener la estabilidad institucional y busca tranquilidad para la población ante las posibles repercusiones económicas derivadas de la nueva ronda de aranceles.

En su discurso, el mandatario enfatizó la importancia de la “impermanencia” y la “resiliencia” en 2023, aludiendo a la capacidad de su país para adaptarse en tiempos turbulentos.
Como parte de sus esfuerzos, Lai anunció la creación de un equipo de negociación liderado por la Vice Primera Ministra, Cheng Li-chiun, que se encargará de entablar negociaciones formales con Estados Unidos. Este grupo tiene como objetivo proponer un esquema de “arancel cero” similar al tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), buscando restaurar condiciones favorables para el comercio bilateral.
Además de la vía diplomática, Lai instó a los actores políticos en Estados Unidos a colaborar para fomentar un ambiente económico positivo.

En cuanto al impacto interno, el gobierno se prepara para presentar un plan de ayuda económica valorado en 88.000 millones de dólares taiwaneses (equivalente a 2.655 millones de dólares estadounidenses), destinado a sectores que más han sufrido. El paquete incluirá medidas como subsidios a tasas de interés, financiamiento en préstamos comerciales y apoyo al sector agrícola.

A pesar de que los semiconductores, esenciales para la economía de Taiwán, quedaron exentos de estos nuevos aranceles, la decisión ha suscitado inquietudes entre los actores económicos locales debido a la incertidumbre en el comercio.
El impacto ya se está sintiendo en los mercados financieros; por ejemplo, a las 12:20, hora local, el índice de referencia Taiex de la Bolsa de Taipéi mostraba una caída del 9.72%, afectado por pérdidas de casi el 10% en las acciones de TSMC, líder mundial en la fabricación de semiconductores, lo que refleja una afectación general en el sector tecnológico.
(Con información de EFE)