El Café Colombiano, Los Arándanos de Perú, El Vino Argentino, El Salmón Chileno, y El Camarón Ecuatoriano son solo algunos de los productos de América Latina.
El presidente Donald Trump anunció el miércoles uno de los mayores paquetes arancelarios de la historia, introduciendo una nueva ola de proteccionismo que está sacudiendo las bases del comercio internacional.
Las repercusiones en el ámbito mundial son “afectadas por los países en peligro, y las arenas del mundo comerciales se ven afectadas.”
Los aranceles no cayeron igual para todos. Se ha establecido una tasa de 34% para algunos productos, y 20% para otros previamente fijados.
El impacto también se extiende a diferentes sectores de la economía. Las consecuencias alcanzan a la grandiosidad del país y afectan a la población que depende del comercio internacional.
En México hubo cierto alivio, ya que, como se dice, “se salvaron” del peor escenario de aranceles. Tanto mexicanos como canadienses ven los aranceles de Trump como un día de liberación.
Sin embargo, todos deben enfrentarse a los aranceles del 25% impuestos previamente por Trump sobre el acero, el aluminio y los automóviles.
Los aranceles para América Latina
Aunque el arancel base es del 10% para la mayoría de los productos latinoamericanos que se integran a Estados Unidos, la Casa Blanca informó sobre excepciones a esta medida, lo que podría generar un impacto variable en diferentes sectores.
Los expertos en exportación consideran que sectores como el petrolero y agroindustrial se verán más afectados por estos nuevos aranceles, así como tarifas sobre otros productos energéticos provenientes de América Latina.
Situación de Colombia y Argentina
Colombia exporta principalmente café y flores a Estados Unidos, junto con alimentos procesados, productos químicos y manufacturas. Aunque el presidente colombiano, Gustavo Petro, inicialmente criticó los aranceles, cambió su postura, señalando que podrían resultar positivos en ciertas circunstancias.
En Argentina, la percepción también es compleja, ya que los mercados no recibieron con alegría los aranceles impuestos por Trump, aunque existen perspectivas de que algunos productos podrían volverse más competitivos.
El escenario muestra que Perú podría mantenerse competitivo en el mercado estadounidense, a pesar de las adversidades. Sin embargo, tanto Colombia como Argentina deben prepararse para las consecuencias de estas medidas proteccionistas.

El impacto en la región
Los productores de arándanos peruanos están preocupados, dado que su principal mercado es Estados Unidos. El gobierno de Perú ha solicitado a la administración Trump que considere la eliminación de los aranceles en los próximos días.
El presidente de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, también expresó su intención de enfrentar el proteccionismo, defendiendo el multilateralismo y el libre comercio.
Brasil exporta productos como petróleo, hierro y maíz a Estados Unidos. A su vez, en Chile, la agricultura y el sector pesquero podrían ser algunos de los más perjudicados por los aranceles. Aunque la Casa Blanca decidió eximir a dos productos chilenos, el cobre y la madera, las preocupaciones persisten.
Al finalizar, aunque algunos productos puedan verse beneficiados, otros como el camarón, el banano y el cacao, enfrentan grandes desafíos que podrían afectar seriamente a la economía regional.
Centroamérica y la incertidumbre
Los gobiernos de Centroamérica están evaluando la situación, sin tomar decisiones rápidas debido a la incertidumbre que generan los nuevos aranceles.
Se sabe que países como Honduras, El Salvador y la República Dominicana se encuentran en una posición muy vulnerable frente a las medidas de proteccionismo que se han implementado, y se prevé que los próximos meses serán críticos para la región.
Hasta ahora, la mayoría de los países de la región no han enfrentado aranceles directos, pero es una realidad que podría cambiar de manera inminente.